El sector de maquinarias e implementos agrícolas, uno de los segmentos de la cadena de valor agropecuaria más afectados por la pandemia y la sequía de la campaña 2021/22, está muy expectante de los resultados de la segunda cosecha de soja, que ya está iniciando, y de la zafriña de maíz, que concluye en junio/julio, mencionó a Nación Productiva Víctor Servín, gerente general de Tape Ruvicha.

 

Los buenos pronósticos en cuanto a productividad de la soja zafriña y la cotización internacional récord de la oleaginosa, que se encuentra en el orden de los USD 600 la tonelada, así como la del maíz de entrezafra, que concluye en junio/julio, y con el precio récord que está registrando el cereal en el mercado global, el sector de maquinarias e implementos agrícolas espera con mucha expectativa y esperanza ambas cosechas, explicó Víctor Servín a Nación Productiva, programa emitido los domingos, a las 20:00, en canal PRO.

 

“Ahora estamos muy expectantes de esta segunda cosecha de soja, que ya se está iniciando, y, al principio, hablando con Cristaldo (Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción), dijo que vamos a producir 2 millones de toneladas, pero hoy el campo dice que va a producir más y con una soja a niveles de USD 600 la tonelada, que también es un precio excepcional. Y después ya vendrá el maíz, que es para fines de julio más o menos, y con el precio que está teniendo, que es un récord de los últimos tiempos, así que estamos muy expectantes de cómo se desarrollan esas dos cosechas y después mirar ya la de trigo, que está con buen precio y hay que ver si el clima acompaña, que es una variable que no se puede manejar”, precisó.

 

Servín recordó que durante la pandemia fue complicado conseguir maquinarias en tiempo y forma, al igual que los repuestos, debido a las medidas restrictivas implementadas por los países para evitar la propagación del coronavirus, y al encarecimiento de la logística, por lo que fue bastante difícil cumplir con los pedidos.

 

A eso se sumó la histórica sequía de la campaña 2021/2022 -que había iniciado con muchas esperanzas-, cuyos efectos fueron devastadores para la producción. “Nunca habíamos visto una caída tan violenta en la cosecha y hasta ahora estamos haciendo refinanciamiento. Los que estamos en el sector agrícola nos queda bien claro que tenemos que acompañar las coyunturas, así que cuando hay escenarios como estos hay que estar preparados para refinanciar, para reprogramar, de modo a que el agricultor siga trabajando”, resaltó Servín.

 

Es por ello que el sector apuesta sus fichas a las dos próximas cosechas, que de tener buenos resultados, pueden significar un impulso para la recuperación después de dos años complicados.