La estabilidad de los precios internacionales de la soja estaría influenciada por el volumen de cosecha de los principales proveedores del mundo, así como por las crisis políticas que mantienen varias de las potencias mundiales, señaló a Nación Productiva el Econ. MSc Fin. Carlos Sanabria, consultor de riesgos de Stonex.

 

La nueva campaña de soja 2022/23 inicia con mucha incertidumbre debido al comportamiento del mercado y el posible impacto de la sequía por el fenómeno La Niña. A nivel de cotizaciones, se estima que la oleaginosa se presentaría con cifras estables si es que los grandes proveedores logran importantes volúmenes de cosecha, explicó Sanabria.

 

Sobre la composición de los precios durante la nueva zafra, Sanabria dijo a Nación Productiva, programa emitido a las 20:00 en canal PRO, que en el caso de un impacto negativo de La Niña sobre una gran estimación de producción sudamericana de soja 2022/23, el precio de la oleaginosa se ubicaría por debajo de los USD 500. “Si todos tenemos una buena producción, lastimosamente, los precios van a tender a caer”, comentó.

 

El consultor de riesgos de Stonex señaló que la demanda y la oferta mundiales también tienen una importante incidencia. Explicó que se prevé una demanda de soja relativamente estable o creciente a pesar de los inconvenientes que surgen cada año en el mundo y según la necesidad de consumo debido al crecimiento del hato bovino y porcino.

 

Puntualizó que el precio internacional de la oleaginosa está en función de la oferta y la demanda, pero también es influenciado por el flujo de dinero, que se ve motivado por otras variables como el precio del petróleo o la inflación.

 

Agregó que los fondos de inversión dan volatilidad a los precios. “Cuánta mayor cantidad de dinero esté circulando, hay correcciones y subas que son más bruscas”, especificó.

 

Por último, mencionó que otro componente adicional que genera incertidumbre a nivel mundial son las crisis políticas entre Rusia y Ucrania, además de China y la Republica de Taiwán.