La canola es un rubro alternativo de invierno que últimamente viene ganando espacio en el área de los productores, pero en esta edición de Revista Productiva hacemos énfasis en la necesidad de realizar mayores niveles de inversión en fertilización, además del uso de nuevas alternativas genéticas para un retorno económico importante.

 

El Ing. Agr. Ernesto Zelarayán, responsable de Investigación y Desarrollo de Great Seeds, conversó con Productiva sobre la disponibilidad de variedades de canola que garanticen una mejor economía, productividad y rentabilidad durante el invierno.

 

En el establecimiento ubicado en Santa Rita, Alto Paraná, la variedad Yellow Sea ha tenido un excelente desempeño, resaltó Zelarayán. Dijo que la canola puede producirse desde un costo de producción cercano a los 800 kg por hectárea, por lo que con un promedio de rendimiento de 1800 kg permite una ganancia de 1000 kg por hectárea, si el clima lo permite.

 

A lo largo del 2022 Great Seeds realizó una serie de estudios sobre la probabilidad de aumentar la rentabilidad del cultivo mediante el manejo orientado a la fertilización. En ese sentido, estima que los rindes en este año serían superiores a los obtenidos en campañas anteriores debido a las óptimas condiciones.

 

El ciclo de la canola se encuentra entre 130 y 135 días. Al respecto, por medio del Programa de Mejoramiento Genético, la empresa está trabajando con variedades más precoces a fin de sembrar tres cultivos en el año (dos veces soja y una de canola).

 

Zelarayán enfatizó que los materiales de Great Seeds se destacan por una mejor sanidad de planta, por lo que no es necesaria la aplicación de fungicidas. “Seguimos buscando nuevas variedades con distintas precocidades y con mayor potencial de rendimiento para que los productores se beneficien”, indicó.

 

Por otra parte, el Ing. Agr. Flavio Bartzen, asesor técnico comercial de Great Seeds, habló sobre una experiencia exitosa con la incorporación de la canola dentro del plan de rotación de cultivos de un productor de la zona. Comentó que este agricultor es muy tecnificado, por lo que busca un manejo diferente y de mayor rentabilidad durante el invierno.

 

Explicó que las parcelas del agricultor fueron corregidas con calcáreo y yeso agrícola y se realizó una rotación de cultivos para mejorar la estructura del suelo. Los rindes del productor están entre 2100 a 2500 kg, que son valores superiores a los productores vecinos que implementan un bajo nivel tecnológico, precisó.

 

“Se están justificando las inversiones a gran escala que viene haciendo”, resaltó.

 

Como punto pendiente a mejorar sugirió la incorporación de una mejor nutrición vegetal en cobertura y micronutrientes, debido a que existe un mayor techo productivo por alcanzar si se sigue este manejo.

 

Campos bajos. Asimismo, comentó que la canola está ganando espacio en los campos bajos, especialmente en Misiones e Itapúa. Los ajustes puntualizados actualmente son la población, densidad y el factor de implantación del material en función a la dificultad del tipo de terreno.

 

“Al tener una alta población, más la humedad, se generan muchos inconvenientes con Sclerotinia”, destacó.

 

Por otra parte, recomendó la doble aplicación de fungicidas por los resultados observados.

 

A su vez, Pablo Leiva, del área de Desarrollo de la empresa uruguaya Yalfín, indicó que recibieron la invitación de Great Seeds para realizar un recorrido por parcelas de canola en Paraguay. Comentó que este rubro tuvo un crecimiento importante en su país, ya que llegó a una superficie de aproximadamente 240 000 hectáreas.

 

Dijo que este aumento en área también fue resultado del manejo y el acompañamiento de los precios de la oleaginosa.

 

En colaboración con Great Seeds la firma uruguaya pudo posicionar algunas variedades de canola en Uruguay, con la intención de analizar la adaptación de los materiales al suelo uruguayo.

 

“Yellow Sea es una variedad a la que le estamos encontrando su lugar por la demanda de área que hay en Uruguay. Hemos podido vender bastante semillas”, resaltó.

 

Destacó, además, el avance en investigaciones que presenta el cultivo de canola en Paraguay, incluso añadió que en términos de renta este rubro posee un amplio potencial.

 

“Creo que el camino está por la fertilización y vemos mucha respuesta en nitrógeno y azufre, sobre todo en periodos tempranos del cultivo de canola y eso genera un alto potencial de rendimiento”, subrayó.

 

[Material publicado en el segmento Agricultura Productiva de la edición Nº 95 de setiembre de Revista Productiva, página 16]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]