La notable capacidad del productor de buscar alternativas para apuntar a una mayor productividad de la soja es indescriptible, más aún cuando en un país como este, que carece de investigación pública, el agricultor debe lograr resultados a fuerza de aciertos y errores hasta lograr un sistema de producción que le permita obtener el éxito en el campo donde desarrolla su actividad, pese a las limitaciones que este tenga.

 

Es así que el equipo de Productiva C&M se trasladó a San Dionisio, departamento de Itapúa, para visitar el trabajo desarrollado en Agropecuaria San Pablo, en donde se emplean dos esquemas de siembra en campos bajos de soja, orientados a lograr un drenaje efectivo, sobre todo en periodos de altos niveles de precipitaciones, y, en contrapartida, para irrigar las parcelas cuando hay severos déficits de agua. A estos sistemas se los denomina surco y surco-camellón, y el Ing. Agr. Davi Freitas, responsable del área Agrícola de Agropecuaria San Pablo, comentó el alcance de esta innovación en estos campos marginales.

 

Primeramente, explicó que el sistema de siembra de soja en surcos se estableció debido al drenaje del suelo y el riego. Se trata de surcos de 1,80 a 2 metros; en contrapartida, en el segundo esquema, denominado surco-camellón, el distanciamiento fue de un metro.

 

La distribución de una parcela, por ejemplo, cuenta con surcos de 2 metros y siembras en 45 cm, mientras que la otra parcela tiene un metro para sembrar sobre camellones. Ambos esquemas están pensados para el sistema de drenaje de las parcelas. Esta decisión fue motivada por la pérdida de soja en años anteriores debido a las inundaciones y deficiencias en desagüe.

 

A partir de este esquema empleado, Freitas estima que el sistema de drenaje funcionará después de 24 a 48 horas de una lluvia, lo que ayudará a retirar la mayor cantidad de agua posible de las parcelas de soja. Indicó que la idea surgió del conocimiento instalado en Brasil y Uruguay como práctica de rotación entre arroz y soja.

 

En lo que respecta al manejo, dijo que luego de la adopción de este sistema de trabajo la idea es empezar una irrigación secuencial solo en el caso de necesidad por la sequía, pero lo que se busca es realizar el manejo cultural con la aplicación aérea para evitar la saturación del suelo por el uso de las máquinas.

 

Resaltó que el objetivo es conducir el agua para una mejor distribución y no afectar el desarrollo de las plantas. “A mí me gustaría suavizar el suelo en las áreas necesarias, adaptar mi equipo para plantar sobre camellón y no dejar de hacer soja”, subrayó.

 

Con relación a la nueva campaña de soja, comentó que la variedad sembrada de forma temprana fue la NS 6483 debido a su ciclo más largo y a mediados de setiembre se optó por la M 6410 IPRO.

 

En cuanto al aspecto nutricional, el planteamiento del productor está enfocado en la inoculación en líneas bajo una fertilización de 250 kg de 2-18-10, 80 kg de cloreto en cobertura y la aplicación de fungicidas si fuese necesaria.

 

Resaltó, además, que desde la incorporación de la soja en los campos bajos ha logrado evitar el monocultivo del arroz y la presencia de malezas, tanto así que considera a la soja como el “mejor herbicida”.

 

En lo que refiere al arroz, destacó que la siembra en algunas de las unidades de producción avanzó en un 90 %. “Tenemos que mejorar la parte semillera porque estamos desarrollan[1]do nuestra área arrocera con soja y si no traigo una buena genética de arroz, vamos a seguir en lo mismo”, acotó acerca de las limitaciones para el crecimiento del cereal.

 

La ampliación del área y la disponibilidad de reservorios de agua son algunos puntos a considerar, según el criterio del profesional.

 

Actualmente, el costo de producción de arroz aumentó debido a la suba de los precios de los fertilizantes, que en algunos casos se duplicó. Ante este escenario, el profesional se vio obligado a optimizar el uso de maquinarias para el preparado del suelo y una fertilización adecuada a la necesidad.

 

“El país está bien representado, tenemos buenos técnicos tanto en arroz como en soja y también nos vamos asesorando por otros productores. El intercambio de información es muy importante”, puntualizó como mensaje final.

 

[Material publicado en el segmento Nota de tapa de la edición Nº 96 de octubre de Revista Productiva, páginas 18 y 19]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]