Dentro del marco del proyecto “Diseño de una hoja de ruta para la construcción de una estrategia nacional de bioeconomía y plan piloto para el Chaco paraguayo”, el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) presentaron el modelo estratégico basado en la bioeconomía para apuntar al desarrollo socioeconómico de Paraguay a partir del 2023.
Por medio de un conversatorio denominado “Introducción a la Bioeconomía y Situación actual en América Latina y el Caribe”, el IICA socializó hoy la propuesta de actividades para el diseño e implementación de la estrategia de desarrollo de la bioeconomía en Paraguay durante el 2023, con énfasis en un plan piloto para la región del Chaco. La propuesta es resultado del trabajo coordinado con el MIC para el uso de herramientas estratégicas que ayuden a aprovechar la biodiversidad, agregar valor por medio del conocimiento y aumentar las fronteras de posibilidades de producción.
Durante la presentación, Pedro Mancuello, viceministro de Comercio, explicó que la articulación de la estrategia nacional de bioeconomía en Paraguay responde a una propuesta presentada al IICA en el 2019 para la construcción de un plan de desarrollo en nuestro país, con énfasis en el Chaco Central, el segundo ecosistema más importante de Sudamérica detrás del Amazonas, destacó. “El MIC planteó la posibilidad de utilizar la herramienta de la bioeconomía como un medio para trabajar en un territorio (Chaco) y tiene un efecto multiplicador a lo largo del Corredor Bioceánico”, agregó en su disertación.
De acuerdo con la propuesta del IICA sobre la bioeconomía, la nueva estrategia para el desarrollo socioeconómico de Paraguay consiste en ampliar la oferta de biomasa y las condiciones para su reproducción sustentable desde el 2023, considerando que el país ha tenido un desarrollo agroindustrial interesante. Asimismo, se busca agregar valor a la producción local, otorgar ventajas para competir globalmente con industrias bio y crear vínculos con los mercados globales dinámicos.
Se resalta también que para la elaboración de la hoja de ruta hacia la estrategia de bioeconomía fueron identificados y caracterizados los complejos productivos y nodos bioeconómicos (producción de biomasa, biocombustibles bioenergías, biomateriales y la valorización de subproductos y desechos), así como los factores limitantes (problemas de la oferta y demanda, barreras y regulaciones de mercados destino y otras normas) para llevar a cabo la propuesta.
La propuesta en sí consta de cuatros actividades principales previstas para el 2023: la creación y definición de las actividades del Grupo Impulsor Nacional, la revisión de la hoja de ruta de bioeconomía que fue elaborada en 2022, el diseño e implementación de la estrategia de promoción y las actividades de sensibilización de los sectores claves seleccionados.
Importancia. Desde el IICA destacan que la bioeconomía surge de la necesidad de fomentar el crecimiento de los ingresos, empleos y seguridad alimentaria; promover la eficiencia y competitividad en los sistemas agroalimentarios y contribuir con la importancia de la descarbonización y resiliencia ambiental.
Al mismo tiempo, indican que este modelo permite ampliar la disponibilidad de recursos y principios biológicos, definir la estructura productiva y comercial de la agricultura de América Latina y el Caribe, además promueve el aprovechamiento de las capacidades tecnológicas y científicas en la región.