En los sistemas de cría extensiva de vacunos para carne, el destete tradicionalmente se realiza entre los seis a ocho meses de edad, cuando el ternero alcanza pesos promedios de entre 140 y 170 kg. La prolongada lactación y la escasa disponibilidad de forraje perjudican la condición de las hembras, pues atrasan su retorno a la ciclicidad e interfieren con el objetivo productivo de destetar un ternero por vaca por año.

 

El destete precoz, como alternativa para solucionar este punto crítico, se efectúa entre los dos y tres meses de edad del ternero y con un peso vivo promedio de no menos de 70 kg. Estos terneros generalmente no consiguen equiparar sus pesos con aquellos que continúan al pie de la madre (destete tradicional). Esta menor velocidad de crecimiento puede deberse al estrés por la separación de sus madres y al cambio de dieta (Weary et al., 2008).

 

Algunos autores recomiendan implementar técnicas de destete para reducir el estrés: el uso de lata (Siegford et al., 2007), la separación física por un alambrado (Siegford et al., 2007), el uso de una alimentación previa o diferenciada (creep feeding) y en algunos casos, la combinación de estas técni – cas (Newberry and Swanson, 2008).

 

El objetivo de este trabajo fue evaluar el comportamiento y la evolución del peso vivo de terneros destetados precozmente con dos alternativas de manejo.

 

El ensayo se realizó durante el mes de octubre de 2020, con 90 terneros machos y hembras de la raza bradford, con peso y edad promedios de 70 kg y 60 días, respectivamente, en buen estado de salud y plan sanitario completo. El manejo del destete precoz se hizo bajo dos alternativas:

 

I. Destete precoz tradicional (T1): el día del destete los terneros fueron trasladados por arreo desde el potrero hasta el corral de manejo. Luego del pesaje fueron separados de las madres, las cuales fueron trasladadas a otro potrero alejado, quedando estos solos en un corral contiguo al de destete.

 

II. Destete precoz alternativo (T2): Previo al deteste (20 días), los terneros fueron trasladados por arreo a un potrero cercano al corral de destete. Allí se acondicionó un sistema para creep feeding donde recibieron ración para destete hiperprecoz (PB: 21%). El día del destete, luego del pesaje, se les trasladó a un corral donde permanecieron próximos a las madres durante siete días, separados por un alambrado, lo que les permitió tener contacto visual, auditivo y táctil. Pasado este periodo las madres fueron trasladas a un potrero alejado de los terneros.

 

En ambos tratamientos, el primer día (1) del destete los terneros recibieron solo agua. A partir del segundo día (2) recibieron una ración constituida por iniciador bovino (PB: 19%) y heno de alfalfa. El diseño experimental fue un DCA con tres repeticiones. Las observaciones y registros de comportamiento de los terneros fueron realizadas por dos observadores, previamente entrenados, que fueron alternando de grupo para evitar sesgos. Se registraron las siguientes categorías de comportamiento: comportamiento de ingestión (come, bebe agua), comportamiento social (juega con otro ternero, alambrado busca a la madre, vocaliza, se mantiene en grupo) y comportamiento de mantenimiento (explora, echado, parado, camina, se acicala). Las observaciones se realizaron durante los primeros seis días posdestete, de forma directa, utilizando la regla de muestreo focal grupal y se registraron como frecuencias de presentación de animales que realizan los comportamientos por cada tratamiento.

 

Los registros fueron por barrido en la mañana, durante una hora y media (08:00 a 09:30, con intervalos cada 10 minutos). Se registró el peso vivo al inicio del ensayo y cada 28 días has – ta la venta (febrero) de los animales como indicador de desempeño. Se analizó exploratoria – mente los datos de comportamiento utilizando la prueba Chi-cuadrado y para el peso vivo (PV) se realizó comparación de medias a través del test de Tuckey, utilizando el paquete estadístico Infostat. El ensayo fue aprobado por la Cicuae del Centro Regional Corrientes (INTA), en octubre de 2020.

 

Resultados y discusión

Se registraron diferencias significativas (p< 0,05) de comportamiento de los terneros entre los tratamientos de destete tradicional (T1) y alternativo (T2). Los terneros de T2 presenta – ron mayores porcentajes de frecuencias de las categorías de comportamientos de ingestión (come) y mantenimiento (acicala, camina, ex – plora, echado) a diferencia del T1. Esto coincide con estudios realizados por Boland et al., (2008) que concluyeron que los terneros con manejo tradicional gastaron menos tiempo para comer, pasaron más tiempo inquietos y caminado que los separados por alambrado.

 

Con relación al peso vivo final, se encontraron diferencias significativas (p< 0,05) a fa – vor del T2, ya que los terneros lograron 23 kg de PV más en promedio comparados con los T1 (T1:162 kg vs T2:186 kg). Estos resultados en parte se apoyan con los hallados previamente por Walker et al., (2007) que destacan la importancia de facilitar el aprendizaje al uso del comedero antes de su ingreso a corrales de engorde.

 

Conclusión

La implementación de prácticas de manejo que minimicen el estrés de los terneros durante el destete precoz permitió aumentar los comportamientos relacionados a la ingestión (comer) y favoreció a la ganancia de peso, en comparación con los terneros manejados tradicionalmente.

 

*Pereira M., Aguilar N., Gándara L. Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste (Argentina).

 

[Material publicado en el segmento Ganadería Productiva de la edición Nº 97 de noviembre de Revista Productiva, página 16]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]