Evidentemente, sin lluvias es imposible lograr buenos resultados en la agricultura; sin embrago, este periodo de estrés hídrico fue propicio para evaluar el comportamiento y la respuesta de las tecnologías que le ayudan al agricultor a alcanzar una estabilidad productiva en periodos complicados o altos techos productivos cuando el viento sopla a favor.
Es así que conocimos la experiencia de Roberson de Almeida, productor y propietario junto a su padre de Fazenda de Almeida, establecimiento ubicado en Cedrales, Alto Paraná, en donde se expuso a las tecnologías para evidenciar hasta qué punto pueden darnos una mano en periodos en los que la humedad en el suelo desaparece y las altas temperaturas azotan.
La visita del equipo de Productiva fue realizada el 21 de diciembre de 2022, cuando las parcelas llevaban entre 25 y 30 días sin agua, y llamaba la atención la condición que a simple vista expresaban estos materiales. ¿Tenían riego? No, precisamente. Es que este productor osado viene desarrollando un plan de manejo de larga data con la incorporación de la rotación de cultivos, abonos verdes, correcciones y fertilización adecuada para darle todos los requerimientos al insumo principal del agricultor: el suelo.
Dentro de este sólido trabajo incorporó hace tiempo la agricultura de precisión, por lo que cada área de la estancia cuenta con una programación de encalado. En todas las parcelas realizó una rotación de cultivos con un correspondiente análisis de los suelos, por lo que sabe qué nutrientes necesita cada metro cuadrado del establecimiento.
Roberson comentó que posterior al cultivo del maíz se sembró la soja a partir del 15 de setiembre. Dentro de este periodo mencionó que se presentaron buenas condiciones de lluvias.
“Si uno mira el padrón de nuestra soja, todo está uniformizado. Al hacer la agricultura de precisión uno logra una corrección y es muy exacto ese trabajo”, destacó.
Malezas. En cuanto a las limitaciones, comentó que hoy en día una de las problemáticas es el picão preto (Bidens pilosa) que apareció en algunos lotes de la estancia. No obstante, las buenas desecaciones y otros manejos realizados ayudaron bastante a mejorar su control, señaló.
Otras limitaciones comunes que surgieron fueron el ataque de la conyza y ka`aruru. “Pero si vos tenés un buen manejo, no vas a tener grandes problemas”, subrayó.
Para el productor las recomendaciones de control de malezas cambiaron, ya que en la actualidad el uso de preemergentes durante la desecación es importante, así como la revisión de cada área y la rotación de cultivos permite reducir el impacto de las malezas. “Hoy cada lote dentro de la estancia tiene sus problemas, por lo tanto, requiere una solución en particular”, acotó.
Otro aspecto importante destacado en esta unidad de producción se centra en las variedades. En lo que respecta a soja, explicó que utiliza M6410 IPRO, M5947 IPRO y M6301 i2x. Sobre su experiencia con la plataforma de soja Intacta2 Xtend, el productor dijo que en esta zafra se sembraron 200 hectáreas de M6301 i2x y 40 hectáreas de su refugio, la M6101 XTD. “Conocía la variedad y es más segura en la parte del clima y sequía, además aparentemente es más satisfactoria en rindes, pero la estamos probando”, indicó.
Agregó que el punto pendiente con el uso de esta variedad es definir el nivel de población debido a las variaciones de microclimas. “Estoy contento con la Xtend y vamos a ver qué pasa en la cosecha”, manifestó.
Uno de los puntos vinculados con la Intacta2 Xtend es el control del complejo de plagas.
En ese sentido, el agricultor mencionó que no se presentaron inconvenientes en la región durante esta campaña.
Al inicio de la actual zafra, Alto Paraná registró precipitaciones hasta la primera quincena de octubre del año pasado, de 400 mm, aproximadamente. Luego de este periodo comenzó una pausa de las lluvias, lo cual afectó a la siembra de soja tardía con una pérdida del 20 %, según manifestó.
Roberson comentó que su plan de producción consiste en que después de la cosecha de soja utilizará las áreas sembradas con la tecnología Xtend para la producción de semillas, mientras que respecto a las otras superficies, la idea es destinarlas al cultivo de maíz, trigo y brachiaria.
“Estamos siendo optimistas de que en este año tengamos un clima favorable y una cosecha buena para todos”, resaltó.
[Material publicado en el segmento Nota de tapa de la edición Nº 99 de enero de Revista Productiva, páginas 20 y 21]
[Foto : Revista Productiva]
