Jessica Giacomelli, productora de la región de Mbaracayú, departamento de Alto Paraná, contó a Nación Productiva que decidió sembrar maíz zafriña en gran parte de su unidad productiva, a pesar del riesgo de ocurrencia de heladas. Con el alargamiento del ciclo productivo de la soja 2022/2023, debido a las condiciones climáticas, la ventana de implantación del cereal se acortó, por lo que se espera una baja capacidad productiva de los cultivos.

 

Pese a la reducida ventana de siembra para esta campaña de entrezafra debido al retraso del ciclo productivo de la soja a causa del clima, Jessica Giacomelli, de Alto Paraná, decidió optar nuevamente por el maíz, junto con la oleaginosa, a pesar del riesgo de heladas que existe.

 

Durante Nación Productiva la agricultora indicó que el plan del establecimiento durante esta zafriña 2023 es cultivar 40 % maíz y 60 % soja. Al mismo tiempo, explicó que el 100 % del maíz está en riesgo de ser afectado por las heladas al salir de su ventana ideal de siembra, ya que recién desde la segunda semana de febrero se empezó a cultivar el cereal.

 

Con la extensión del ciclo de la soja por el frío y las lluvias, igualmente, tomó la decisión de sembrar el cereal, considerando que los insumos fueron adquiridos con anterioridad, además de eso existen buenas proyecciones de lluvias en la zona y el precio actual del mercado es interesante, puntualizó.

 

Por otra parte, Giacomelli señaló que el costo de producción de la zafriña 2023 tuvo un incremento muy alto. En su caso, destacó que tuvo que dejar de lado la fertilización nitrogenada para el cultivo de maíz debido al atraso de la siembra y los altos costos.

 

En cuanto a la zafra de soja 2022/23, estima un rendimiento promedio 3300 a 3400 kg por hectárea, aunque está pendiente la cosecha de un 40 % del área sembrada.

 

[Foto icon-camera : Facebook de Agroparlamento]