Con la estimación de la caída más grande en 14 años de la producción de soja 2022/23 en Argentina debido a la sequía, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) proyecta que el vecino país registraría un récord de importación del grano para complementar su débil cosecha, por lo que se prevé que los importadores argentinos capitalicen una excelente zafra brasileña y aprovechen la recuperación prevista para Paraguay.

 

Por tercer mes consecutivo, el USDA estima nuevos recortes para los volúmenes de cosecha de soja en Argentina debido a los efectos de la drástica sequía, por lo que llegaría a 33 millones de toneladas (la cifra más baja en 14 años).

 

Para ayudar a compensar la escasez de suministros nacionales de este grano, el organismo internacional prevé que durante esta zafra Argentina podría importar un récord de 7,25 millones de toneladas, un aumento de un millón de toneladas respecto al reporte de febrero y 3,41 millones de toneladas más que lo adquirido en la campaña anterior. Paraguay y Brasil figuran como las dos principales opciones de abastecimiento de la soja por parte de Argentina.

 

De hecho, en el reciente informe de Comercio Exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) se menciona que al cierre de febrero de este año el 90 % de las exportaciones paraguayas de soja en grano tuvo como destino Argentina.

 

Se espera también que Argentina registre el segundo aumento más grande en el crecimiento de las importaciones de soja en la zafra 2022/23, detrás de China. Además, se estima que los suministros y la molienda de este país tengan sus implicaciones en el comercio mundial de soja, harina proteica y aceites vegetales en los próximos meses.

 

En el caso de Paraguay, el USDA proyectó este mes que los envíos de soja paraguaya llegarían a 6.4 millones de toneladas, mientras que las exportaciones de harina y aceite quedarían en 2 millones de toneladas y 585 mil toneladas, respectivamente.