Evidentemente, la soja en campos bajos cambió el paradigma de varias regiones que hasta hace poco se mostraban como improductivas. La reina de las proteínas de origen vegetal irrumpió en estas áreas y los productores se lanzaron a buscar nuevas experiencias para diversificar riesgos, rotar cultivos, impulsar el potencial de estas superficies y por supuesto, alcanzar una mayor rentabilidad.

 

Algacir Busanello, responsable del área agrícola de Agropecuaria Busanello, que desarrolla esta experiencia en campos bajos hace una década, comentó que cuando adquirieron el campo nadie pensaba en los resultados que alcanzarían en la actualidad, ya que en este periodo se fueron presentando dificultades como exceso de agua y acidez del suelo; sin embargo, recalcó que siempre está presente la idea de innovar para mejorar el área agrícola. En cuanto a los ajustes, indicó que se inició el trabajo de canalización con un padrón de 500 metros en los primeros años, luego se vio la necesidad de mejorar el drenaje, que benefició un 80 % el desagote del agua.

 

Destacó, además, que el potencial de los suelos bajos se notó desde el primer año, pero a partir del tercero o cuarto registraron mayores techos productivos y manejos de drenaje más eficientes. Destacó que a la empresa familiar le gustaría incorporar un drenaje más limpio y nuevas variedades que están en el mercado para alcanzar una mayor productividad. Para ello organizaron una jornada de campo con las empresas obtentoras que expusieron en estos ambientes a sus mejores materiales genéticos.

 

Luego, Vanderlei Busanello, encargado del área pecuaria de Agropecuaria Busanello, indicó que la ganadería opera como complemento para la agricultura en campos bajos mediante la producción de vacas de cría, recría y engorde.

 

La decisión de la empresa es concentrarse en la recría con animales de compra directa para hacer la reposición de hacienda en confinamiento, por lo que se estableció una vaca por hectárea en campos naturales, aunque con la incorporación de pasturas implantadas, el objetivo es elevar a tres cabezas por hectárea.

 

Comentó que se están arrojando hacia la producción de pasturas con un intervalo de cada cuatro años de cambio entre agricultura y ganadería. “Es un desafío porque hoy en día tenemos que ser más eficientes en la ganadería y tener lucro”, aseguró.

 

Monsoy. El Ing. Agr. Carlos Pino, responsable técnico comercial de Genética Monsoy de Bayer CropScience, acompañó el día de campo de Agropecuaria Busanello con germoplasmas adaptados a los campos bajos. Expuso dos alternativas, la M6410 IPRO, de ciclo de madurez 6.4 que se caracteriza por su superlativa adaptabilidad, rusticidad y estabilidad, y la M5947 IPRO, que es de ciclo intermedio que ofrece al productor un alto potencial productivo, arquitectura moderna de planta y hojas lanceoladas que permiten que los productos aplicados ingresen en el tercio inferior.

 

Subrayó que la M6301 i2x y su refugio, M6101 XTD, son variedades que incorporan la plataforma biotecnológica Intacta2 Xtend y que están siendo probadas para obtener la recomendación técnica de uso en los campos bajos.

 

Nidera Semillas. El Ing. Agr. Pascual González, gerente comercial de Nidera Semillas Paraguay, mencionó que entre las bondades de la NS5933 IPRO se destaca la alta concentración de vainas, entrenudos cortos y el peso de granos entre 175 y 180 gramos. Se recomienda con una población de 14 plantas finales debido a la ramificación intermedia, además presenta un alto potencial productivo para suelos de media a alta fertilidad.

 

Por otra parte, mencionó a la NS 6433 i2x, una variedad de madurez larga para apertura de siembra en suelo de media a alta fertilidad. El stand que se apunta es de 13 plantas finales.

 

TMG. El Ing. Agr. Michel Boá, representante técnico de ventas de ALAG S.A., habló sobre la TMG2757 IPRO, que es una variedad de ciclo 5.8 caracterizada por su precocidad, sanidad y estabilidad. Posee buen peso de grano, lo que garantiza un buen potencial productivo y está posicionada para cierre de siembra.

 

En lo que refiere a TMG 1160 RR1, explicó que presenta una madurez de 5.9 y también un óptimo potencial de producción con un peso de 175 gramos por 1000 semillas. Si bien se posiciona para el cierre de siembra, es posible trabajar con el material desde el 20 de setiembre con 12 plantas finales.

 

BASF. El Ing. Agr. Alcides Rodríguez, asesor técnico comercial de BASF en el área de Semillas en la región sur, comentó que como propuesta de la tecnología Intacta fue presentada la CZ 26B36 IPRO que está posicionada para el suelo de la zona debido a su rusticidad y tiene una raíz agresiva, lo que le permite tener una tolerancia al estrés hídrico. Es ideal para apertura de siembra, pero se caracteriza por su flexibilidad, por ende se puede ampliar la ventana hasta la primera semana de noviembre.

 

Por otra parte, mencionó que la CZ 6505 B fue una de las primeras variedades introducidas a la cartera de soluciones y se destaca por su potencial de rendimiento, así como por su adaptación a suelos bajos. “Es una opción como refugio y en suelos arenosos Agropecuaria Busanello la está probando hace más de tres años como una alternativa”, concluyó.

 

Grupo Don Mario. En la jornada de campo el Ing. Agr. Gustavo Giménez, supervisor de Desarrollo de Grupo Don Mario, destacó que la propuesta de valor para los ambientes anegados consta de diversas opciones para el productor como la DM Garra y la Intacta2 Xtend, con Brasmax Nexus i2x y Brasmax Coliseu i2x para apertura de siembra.

 

En cuanto a los materiales i2x, manifestó que se destacan por su caja productiva y la determinación de la población no difiere demasiado del posicionamiento en suelos de alta fertilidad. “Le pedimos al productor que apueste por estos cultivares hoy disponibles en el mercado”, agregó.

 

BAUP. Desde BAUP Semillas, el Ing. Agr. Hugo Enriquez, gerente comercial de BAUP, presentó a la BA 6.4 IPRO que se caracteriza por su adaptabilidad a diferentes regiones. Explicó que en suelos bajos esta variedad demuestra un excelente comportamiento en relación con el perfil sanitario y la productividad, además puede ser cultivada tanto en apertura como en cierre de siembra.

 

Mencionó que para estos ambientes la BA 6.4 IPRO exige 13 a 14 plantas, ya que la variedad concentra toda la carga en el tallo principal y posee una alta frecuencia de vainas. “Lo que se traduce directamente en factores de rendimiento”, añadió el ingeniero.

 

Inbio. La Ing. Agr. Estela Ojeda, gerente general del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio), mencionó que la Sojapar R19 y la Sojapar R75 son posicionadas en la región como una nueva experiencia en este tipo de suelos. Por ejemplo, des[1]tacó que en Bolivia la Sojapar R75 se ha destacado en suelos encharcados, por lo que también puede tener un buen resultado en Paraguay.

 

Al posicionar estos materiales, la recomendación de la institución es una densidad de 8 a 10 plantas por metro lineal. “Creemos que Sojapar R19 va a tener un buen comportamiento por la rusticidad y va a dar una buena experiencia a los productores”, resaltó.

 

Bayer. El Ing. Agr. Facundo Isasi, responsable técnico de la plataforma Intacta2 Xtend, comentó que durante el día de campo también se hizo hincapié en el manejo correcto de la nueva plataforma biotecnológica Intacta2 Xtend en las aplicaciones del herbicida dicamba y homologación de picos, teniendo en cuenta las condiciones ambientales. Explicó que la recomendación de la empresa se centra en el uso del XtendiMax (dicamba) y el coadyuvante que ayuda a reducir la deriva.

 

Indicó que el foco de la tecnología es el control de las malezas difíciles como la conyza, ka´aruru, ysypo’i y el picão preto. “La recomendación es que entren en contacto con los técnicos de Bayer, que sigan sus recomendaciones, que están pensadas en los tipos de problemas, de modo a que eso les pueda llevar a tener los mejores resultados”, concluyó.

 

[Material publicado en el segmento Agricultura Productiva de la edición Nº 101 de marzo de Revista Productiva, páginas 16 y 17]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]