No cabe duda de que la aplicación de tecnología y conocimientos puede darnos una mano enorme en la actividad agropecuaria, pero más aún en los campos bajos en donde se observa una verdadera revolución productiva, ya que además de perseguir una ganadería eficiente sobre pasturas nativas e implantadas, también se apuesta por una actividad forestal efectiva, así como por una agricultura adecuada a las necesidades para estos ambientes productivos.

 

La firma Granusa organizó una jornada de campo en Estancia La Amistad, correspondiente a la empresa Raízes Ecoforestal S.A., ubicada en Maciel, Caazapá, en donde se viene avanzando en un sistema de integración ganadero-forestal, pero que en el último año ha sumado una nueva aliada para alcanzar mejores resultados: la agricultura.

 

Primeramente, José Rockenbach, gerente técnico de la empresa, comenzó hablando del mejoramiento genético animal sobre el que, desde aquel 2017, cuando por primera vez organizaron una jornada de campo igual a esta, se pudo observar una tremenda evolución de calidad. Mencionó que uno de los objetivos en este segmento es sumar nuevas actividades al campo para lograr esa eficiencia y productividad deseadas. Entre esas tareas, destacó la reaplicación de la inseminación artificial a tiempo fijo (IATF) para simplificar los procesos con dos inseminaciones y una sola pasada de toros.

 

Resaltó que mediante la incorporación de herramientas reproductivas la calidad de los animales se destaca. Comparó que anteriormente solo un 30 % del lote era considerado superior, pero actualmente se logra un destaque del 60 a 65 % del grupo de animales. Comentó que para lograr un resultado auspicioso se hizo hincapié en la fertilidad, así como en la precocidad reproductiva y productiva de las hembras, de tal manera a que esa carga genética se refleje en los terneros.

 

Agricultura. Por otra parte, comentó que la empresa introdujo la agricultura como una estrategia de reducir los costos de la ganadería en la elaboración de los alimentos. Sin embargo, indicó que el año pasado el impacto del exceso de lluvias repercutió en los campos bajos.

 

Entre las mejoras implementadas, señaló que se optimizó la canalización y el uso de materiales más adaptados a la región. “La soja está teniendo resultados muy buenos y tenemos rindes previstos por arriba de los 4000 y 4500 kg. Estamos viendo que se puede con adopción, manejo de campo y la nutrición”, subrayó.

 

El establecimiento posee 1534 hectáreas, de las cuales la agricultura ocupa 200 hectáreas; el área forestal, 400 hectáreas; la actividad silvopastoril, 600 hectáreas, mientras que la ganadería abarca 500 hectáreas (1300 cabezas de ganado). En el confinamiento la capacidad es de 600 cabezas, pero actualmente cuentan con 400 animales.

 

Dentro de las pasturas implantadas mencionó que trabajaron con el pasto zuri, piatá, humidícola, mulato II e identificaron los desempeños y tolerancias de cada pastura. “Todo lo que es pastura en silvopastoril, excepto la humidícola, fueron tratadas con 2 toneladas de cal de base y dos toneladas de gallinaza”, expresó.

 

La carga animal es de 1.8 a 2, dependiendo de su ubicación actual.

 

En cuanto a la agricultura, comentó que se eligió el área de desarrollo de acuerdo a la topografía del lugar y a la facilidad de trabajo. A pesar de la deficiencia en nutrientes, indicó que con un manejo adecuado las condiciones del suelo mejoran.

 

La decisión de materiales para la primera experiencia en maíz apuntó hacia los convencionales, con la variedad P4285VYHR, y la fertilización de base utilizada fue de 150 kg de 10-26- 26, seguida de los tratamientos de herbicidas y manejos culturales.

 

El rinde promedio alcanzado fue de 5300 kg, lo que compensó el 70 % de los costos, indicó.

 

En las parcelas de soja se sembró la M6410, BA 6.4, además se está utilizando mayor tecnología en cuanto a fertilizantes con la formulación NPK en el grano. Por el bajo uso de defensivos agrícolas, el punto de equilibrio se situó en 800 y 870 kg.

 

Forestal. En una de las unidades de negocios de la empresa se destacó el trabajo que se viene realizando de una manera altamente profesional, empleando la forestación y el sistema silvopastoril.

 

Rockenbach comentó que en la actualidad el negocio forestal está pasando por un proceso positivo. “La planta de celulosa instalada en Paraguay está potenciando el mercado de la madera y en nuestro caso se está empezando a reflejar la demanda que la celulosa está creando en el mercado”, resaltó.

 

A futuro el plan de la empresa es consolidar los trabajos realizados y potenciar los rubros para abrir nuevos horizontes.

 

Ganadería. Por su parte, Francisco Benítez, asesor técnico comercial de Granusa en la región centro, explicó que en los terneros de vacas primíparas y multíparas (segundo parto) se implementó la estrategia del destete precoz para darle a la madre una mayor posibilidad de construir una buena condición corporal y que responda a un sistema de inseminación artificial (IA) o inseminación artificial a tiempo fijo (IATF). El objetivo es optimizar la actividad de cría, resaltó.

 

Comentó que los índices de preñez del periodo 2022/2023 aumentaron 6 % respecto al ciclo anterior, además se logró adelantar 15 días el servicio, considerando que en la temporada pasada llegó a 120 días. “Año a año queremos acortar el servicio, pero no disminuir la cantidad de vacas que van a entrar en producción”, añadió.

 

La empresa ganadera actualmente cuenta con 280 hembras, de las cuales las de producción llegan a 220. La finalidad a largo plazo es alcanzar 300 vacas de biotipo homogéneo de la raza brangus.

 

Con una dieta adecuada se logró tener una ganancia de peso constante por 95 días, no menor a 800 gramos. “Esta estrategia viene a ser un dinamizador de la producción de terneros”, refirió.

 

Respecto al uso de proteicos y energéticos en la recría de los animales, señaló que se da una óptima producción en volumen y calidad de pastos por el manejo del Pastoreo Racional Voisin (PRV). En los machos la ganancia es de 700 g a 1 kg diariamente, en tanto que en las hembras se dio en torno a 500 a 650 g diarios, sobre una carga estática de 0.9 (machos) y 1.1 UG/ha (hembras).

 

Explicó que esto se logra gracias a una planificación anual, además se resalta que el campo natural se maneja con vaquillas de entre 250 kg y 330 kg, así como con vacas preñadas. El sistema silvopastoril con pastura implantada se utiliza más bien para la recría, indicó.

 

En lo que respecta al confinamiento, se hizo énfasis en la etapa previa –la recría-, ya que se puede dar una baja ganancia de peso y, consecuentemente, en una mala conversión alimenticia.

 

Por medio de la planificación el modelo de la ganadera es estacionar las compras entre junio y setiembre porque son meses de mayor oferta de animales, al igual que la diversificación de rubros para obtener una alta rentabilidad. “Para implementar esa estrategia tuvimos que hacer hectáreas de parcelas de fardos, ajustar la carga durante la época de otoño y acelerar el proceso de ganancia de peso en periodos de aguas”, finalizó.

 

[Material publicado en el segmento Nota de tapa de la edición Nº 101 de marzo de Revista Productiva, páginas 20 y 21]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]