Como resultado del avance de los proyectos de investigación y desarrollo (I&D) y las grandes inversiones realizadas, Brasil viene aumentando paulatinamente su producción de trigo, por lo que todo apunta a que en cinco años más será autosuficiente, es decir, ya no necesitará importar el grano. De hecho, para la campaña 2023/2024 el USDA estima una cosecha de 12 millones de toneladas del cereal en el vecino país, es decir, el doble de lo que producía hace una década. Para sus principales socios comerciales (Argentina, Uruguay y Paraguay) este crecimiento podría representar la pérdida de un importante mercado.

 

Hace 10 años Brasil producía 6 millones de toneladas de trigo, pero a lo largo de la última década ha tenido un exponencial crecimiento en la producción del cereal, ya que en la temporada 2022/2023 el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) proyectó 10,6 millones de toneladas de cosecha y para la campaña comercial 2023/2024 estima una producción de entre 11,3 y 12 millones de toneladas, prácticamente el doble de lo producido en el último decenio.

 

Todo apunta a que el gigante sudamericano logrará satisfacer la demanda interna del trigo en los próximos cinco años, como consecuencia del trabajo de los agricultores brasileños gracias al progreso tecnológico y de inversión que se viene observando en el vecino país. A la par, se avizora el incremento del consumo para la alimentación animal y para fines industriales.

 

Para la región el crecimiento paulatino de la producción brasileña de trigo significaría una desventaja, ya que eleva la posibilidad de perder un importante aliado comercial.

 

Actualmente, Brasil es el mayor exportador de soja del mundo y también se perfila a ser el mayor exportador en el segmento del maíz.

 

[Foto icon-camera : Canal Rural]