Probablemente, esta campaña haya sido la mejor en la memoria de los productores chaqueños. Desde luego que las condiciones climáticas le favorecieron a la soja, principalmente, y a otros rubros, dentro de un plan de rotación de cultivos, para que se destacara con altos niveles de productividad.
Productiva CM acompañó la jornada de campo en Old Henry S.A., en donde GPSA y el Consorcio de Ganaderos para Experimentación Agropecuaria (CEA) organizaron una gran jornada de campo, en la que se observó el enorme trabajo en integración agrícola-ganadera que desarrolla la empresa en el Chaco.
Henry Klover, director de Old Henry S.A., comentó que luego de temporadas difíciles las lluvias acompañaron el desarrollo de la agricultura en la finca, que ya suma su quinto año con esta actividad. Una de las estrategias de este periodo por parte de la empresa fue disminuir el área de siembra de soja para apostar por la diversificación y así reducir los riesgos.
Se estima un rinde promedio de soja de 3500 kg y una excelente calidad de granos, a pesar de que la excesiva humedad favoreció a la aparición de hongos.
Expresó que debido a las abundantes lluvias se presentaron las enfermedades en el cultivo de la soja; sin embargo, como ya proyectaban una condición húmeda, ampliaron el distanciamiento entre líneas con lo que redujeron la incidencia de los males.
Luego habló de la experiencia de la empresa con la integración agrícola-ganadera como parte del objetivo de intensificar la actividad pecuaria y elevar la productividad. Dijo que en los campos propios como alquilados se busca acortar los ciclos productivos de forma sustentable.
Las gramíneas como el maíz y el sorgo son muy importantes en suelo chaqueño, ya que uno ofrece mayor rusticidad y el otro, un potencial de producción, indicó. Señaló que se busca un equilibrio para lograr el mayor aprovechamiento de los rubros.
En cuanto al algodón, el establecimiento pasó de sembrar 200 hectáreas en el 2022 a casi 400 hectáreas este año. Este crecimiento se da de forma lenta, ya que es necesario mejorar la genética y el manejo de acuerdo con la experiencia que se vaya captando, subrayó.
Precisó que para el confinamiento del 2022 se recogió el 90 % de las semillas de algodón. En ese sentido, destacó que se presenta como una alternativa de nutrición animal.
“El algodón va a crecer muchísimo en el Chaco; es más caro, pero la posibilidad de pérdida es menor. Se nota que va a traer mucho desarrollo porque es muy rústico”, resaltó.
La rotación de cultivos también se realiza con cártamo, trigo u otro tipo de cobertura, dependiendo del clima.
En el segmento de maíz la finca sembró 120 hectáreas, pensando en lograr un mayor potencial y que por su doble propósito sirva como opción para atender las necesidades del establecimiento.
“El Chaco es duro, tuvimos cuatro años muy complicados. Pero cuando uno lo hace con mucha fe y perseverancia salen bien las cosas”, concluyó.
Innovación. El Ing. Agr. Marcelo Ayala, responsable de Desarrollo del Grupo Pereira SAE (GPSA), presentó las innovaciones para el Chaco durante la jornada de campo. Una de las novedades es la implementación de tecnologías para el banco de semillas, a fin de mejorar el control de malezas difíciles.
También indicó que mediante los ensayos hechos en la zona, existen parcelas en donde es posible realizar un doble golpe para asegurar la desecación, mientras que en otras se pueden manejar con una sola aplicación.
Por otra parte, para la disminución de incidencia de la cigarrita en el maíz recomendó la rotación con insecticidas y alternar los ingredientes activos para lograr un mejor control. En cuanto a la soja, expusieron un trabajo en torno al material DM 8277 IPRO que presentó un buen rendimiento y adaptabilidad al Chaco, destacó.
Los ensayos en algodón con reguladores mostraron un crecimiento diferencial y deseable. “En casi todas las parcelas que hemos visitado vimos que el algodón creció mucho con las condiciones ideales para el cultivo, pero intentando controlar entramos con los reguladores, con la dosis de acuerdo al fabricante”, señaló.
A su vez, el Ing. Agr. Fabián Pereira, director comercial de GPSAE, destacó que el objetivo de la actividad organizada en conjunto con el CEA fue sellar esa unión con los productores y demostrar cuál es el camino para realizar una agricultura sustentable. Resaltó que un ejemplo de ello es el establecimiento Old Henry que cuenta con una diversidad de rubros y opciones para lograr el máximo rédito en una unidad de no más de 3000 hectáreas.
En esta jornada fueron expuestos los rendimientos de soja, maíz, sorgo y algodón, lo que demuestra el potencial cuando las precipitaciones acompañan. “Como GPSA siempre tratamos de innovar y de traerles a los productores a que se sumen al barco productivo de la agricultura”, enfatizó.
Subrayó a su vez el potencial de crecimiento del Chaco con los cultivos adaptados a la región.
El Ing. Agr. Andrés Núñez, coordinador técnico del Consorcio de Ganaderos para Experimentación Agropecuaria, explicó que la salida de campo fue desarrollada bajo el eje temático de la integración agrícola-ganadera, con el fin de establecer modelos de negocios exitosos.
Comentó que una alta proporción de los socios del CEA manejan sistemas mixtos de integración y que a la vez hay una buena predisposición e interés de otros productores de encarar este tipo de intensificación productiva. “La agricultura es un valor agregado a la producción ganadera y son sistemas integrados que funcionan bastante bien”, recalcó.
Saliendo de ciclos de sequía se espera que las lluvias registradas ayuden a continuar con la explosión de la agricultura. Al respecto, Marco Caballero, director de Los Cabos S.A., explicó que el crecimiento agrícola se dará también a medida que se logren mejoras en infraestructura y energía eléctrica.
Respecto a la experiencia con el algodón, dijo que el año pasado se tuvo en promedio 1300 kg por hectárea, pero con las mejores precipitaciones en este año se espera un rendimiento de 2500 a 3500 kg, dependiendo de la zona.
Recalcó que la superficie de algodón fue avanzando de 6000, 15 000 a 50 000 hectáreas. “Para el año que viene estimo que podría estar alrededor de las 80 000 a 100 000 hectáreas”, puntualizó.
[Material publicado en el segmento Nota de tapa de la edición Nº 103 de mayo de Revista Productiva, páginas 20 y 21]
[Foto : Revista Productiva]