Alfred Fast, presidente del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) y de la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod), es nuestro protagonista en esta oportunidad. Conversamos con él sobre los resultados de área sembrada y volumen de producción de soja, maíz zafra y arroz con riego en la campaña 2022/23 presentados por el Inbio en conjunto con la UGP. Por otra parte, con estos resultados expuestos, indicó que la pandemia y la sequía del año pasado nos enseñaron a que el sector productivo genera mucho trabajo, genera divisas y aporta muchos impuestos.

 

¿Cuál es la importancia que tienen los datos expuestos en este este trabajo que presenta anualmente el Inbio, en conjunto con la Unión de Gremios de la Producción (UGP), a la hora de tomar decisiones en el campo?

Tenemos una herramienta que es bastante aproximada y esto nos muestra espacialmente las tendencias de los cultivos a través de los años. En este caso, son varios cultivos tanto de zafra como de zafriña que estamos midiendo y esto nos da una aproximación bastante buena de la producción y esto tiene que ver con el suministro de insumos. Las empresas miran esto para saber si hay una tendencia de aumento del área de producción, ya que eso significa que hay más insumos y biotecnología. Después del quiebre de producción del año pasado escuchamos que el Gobierno ya estaba mirando cuánto se va a sembrar y cuánto va a ser el resultado porque de eso depende la entrada de divisas al país y también los impuestos.

 

Si hay algo que nos mostró la pandemia y la seca del año pasado es que el sector productivo genera mucho trabajo, genera muchas divisas, y al final genera muchos impuestos.

 

En este informe llegamos a cerca de 3.7 millones de hectáreas de soja 2022/2023. ¿Qué respaldó el incremento de esta superficie de siembra?

En gran parte es el buen precio de la soja a nivel internacional, eso hace que el productor enseguida se anime a plantar la soja. Es uno de los cultivos que mejor renta da, entonces por eso se da ese aumento de la producción y además, después de un año que no salió bien el productor necesita recuperarse financieramente.

 

La soja también es un cultivo que después en la zafriña crece excelentemente porque calculamos entre USD 600 a 800 millones que entra solamente en nitrógeno biológico incorpora al suelo. Es algo que no medimos así, pero sí se puede contabilizar y hace que todos quieran plantar la soja porque mejora tu suelo para el cultivo siguiente.

 

Generalmente, vemos que las siembras tempraneras y medias son las que tienen una mayor distribución, pero en la zafra pasada se observó que la mayor incidencia la tuvo la siembra tardía. ¿Eso se debió únicamente al factor del clima o hay otro punto a considerar?

Mucho tiene que ver el clima. En nuestra zona norte no llegaron las lluvias, entonces no se podía sembrar simplemente. Hay que entender también la política de siembra. El productor generalmente quiere sembrar temprano el cultivo de zafra para que quede el clima cálido y que la zafriña pueda rendir bien. La sequía que se dio en noviembre y diciembre también hizo que planten un poco más tarde.

 

Itapúa, uno de los grandes productores de soja, cerró con una reducción de área de siembra. ¿Cuáles fueron las razones que generaron esta condición?

Al comienzo se dio una sequía y también podría ser que hayan entrado cultivos como el maíz y el girasol. Son alternativas que de repente se dan y eso podría explicar que haya bajado la soja.

 

Cuando vemos el comportamiento de los rendimientos de cada región encontramos que nuevamente San Pedro y Concepción tuvieron bajos rindes. ¿Cómo golpea esto financieramente y hay posibilidad de recuperación?

Golpea bastante con dos zafras de baja producción. El productor se cansa un poco, pero eso es normal o sea que a cualquiera le pasaría. Ojalá que en este tercer año puedan recuperar en el norte. En la otra parte los rindes que se quitaron fueron bastante buenos con la recuperación de la producción.

 

¿Los productores pudieron quedar por encima del punto de equilibrio en esta última campaña?

Tenés que calcular 1500 a 1700 kg de soja, que sería el punto de equilibrio en una parcela propia. Si tenés una parcela alquilada, hay que sumarle otra vez el alquiler, que podría ser 2000 kg del grano. Con el promedio estimado que tenemos este año de 2565 kg por hectárea hay una ganancia.

 

Con el promedio estimado que tenemos este año de 2565 kg por hectárea hay una ganancia

Se tuvo un crecimiento interesante en el cultivo de arroz, con alrededor de 14 000 hectáreas. ¿En qué se sustenta este aumento?

En la estadística pasada el departamento de Presidente Hayes no entró porque las imágenes satelitales no estaban bien y eso hace como una diferencia de 9000 hectáreas. Paraguay tiene un enorme potencial con el cultivo de arroz en campos bajos, en donde podemos crecer muchísimo.

 

Paraguay tiene un enorme potencial con el cultivo de arroz en campos bajos, en donde podemos crecer muchísimo

Vemos que la cuenca que va al río Paraguay es la que va tomando mayor fuerza con el crecimiento de Ñeembucú, Central y Presidente Hayes.

Asimismo, eso muestra la importancia del río Paraguay y cuando vemos a Brasil y Argentina, ellos utilizan los recursos hídricos que tienen para el riego intensivo, y por qué nosotros no vamos a hacerlo. Si solamente le sacamos un 5 % o 10 % -al caudal de Paraguay- no haría ninguna diferencia en navegabilidad ni tampoco sería un problema para el medio ambiente. Podríamos cultivar más arroz y otros cultivos, y ese es el potencial que debemos explorar.

 

Si solamente le sacamos un 5 % o 10 % -al caudal de Paraguay- no haría ninguna diferencia en navegabilidad ni tampoco sería un problema para el medio ambiente

En lo que refiere al maíz, se observa prácticamente una duplicación de la superficie sembrada, respecto a la zafra pasada. ¿El estímulo de buenos precios y la necesidad del mercado pudieron ser los motivos de la mayor siembra?

Hubo muchos tamberos y lugares donde se hace la terminación de los animales para frigorífico que no pudieron abastecerse con suficiente maíz para ensilaje. Aunque la zafriña fue buena, igual la gente ya se cuida y quiere tener ese volumen. La producción de aves, cerdos y leche hace que crezca el cultivo de maíz. Además, las industrias alcoholeras lograron un antes y un después porque el maíz vino para quedarse. Vimos muy buenos precios del maíz y eso también fue un estímulo.

 

Mensaje final

Paraguay es líder en siembra directa, rotación de cultivos, abonos verdes y en realidad parece que se entiende mal. Nosotros somos campeones en agricultura regenerativa y eso justamente es lo que estamos haciendo con la siembra directa.

 

Seríamos los carbon cowboys de América del Sur porque hacemos una agricultura de carbono. A medida que aumentamos la materia orgánica en el suelo, nosotros aumentamos la cantidad de agua, cantidad de nutrientes e incrementamos la biología que hace que el suelo sea más resiliente, y eso es bueno para el ambiente y la producción.

 

Hoy podemos hacer cinco cultivos en dos años, de los cuales tres o cuatro pueden ser de renta y uno o dos de cobertura para mejorar el suelo. Paraguay depende de la agroexportación y el 70 % de lo que exporta viene de lo agropecuario y de la industria basada en ello.

 

En 20 años pudimos reducir la pobreza de 57 % a 24 %. Cuando el Paraguay produce, el Paraguay crece.

 

FICHA PERSONAL

Alfred Fast es ingeniero agrónomo. Se desempeñó como responsable del área de Asistencia Técnica de la Cooperativa Friesland. Luego, ocupó la presidencia de dicha entidad cooperativa. Asumió la presidencia de la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod) y actualmente cumple el rol de presidente del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio).

 

[Material publicado en el segmento Entrevista de la edición Nº 103 de mayo de Revista Productiva, páginas 12 y 13]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]