En su segundo año de investigación en el Chaco la red de ensayos de soja, maíz y sorgo de la Fundación Ideagro presentó buenos rindes en estos tres rubros agrícolas, a pesar de la variabilidad de las precipitaciones en los diferentes ambientes productivos, indicó a Nación Productiva el Ing. Agr. Maiko Doerksen, presidente de la fundación y gerente del Servicio Agropecuario de la Cooperativa Chortitzer.

 

De acuerdo con los datos recabados, el techo productivo promedio hallado en el cultivo de soja en el Chaco fue de 2600 kg/hectárea, 4060 kg/hectárea de maíz y 4100 kg/hectárea en sorgo. “Hay un potencial de mejora; sin embargo, tenemos picos de rendimiento en soja de, por ejemplo, 4200 kg; en sorgo, superando los 6000 kg y lo mismo también en maíz donde algunos materiales casi han alcanzado 6500 kg”, detalló Doerksen.

 

Acerca de las condiciones climáticas el titular de la Fundación Ideagro explicó que durante el periodo de estudio de los materiales de soja, maíz y sorgo se registraron lluvias abundantes en el Chaco, por encima del promedio; no obstante, hubo diferencias entre parcelas, ya que ciertos lotes sufrieron un exceso de agua y otros, una falta de precipitaciones en ciertos momentos, y algunos, muy buenos niveles en los momentos justos.

 

Al mismo tiempo, el ingeniero destacó que por las diversas lluvias la siembra de los cultivos se hizo al cierre de la ventana ideal, pero algunas parcelas sufrieron un encharcamiento temporal y las plantas mostraron signos de falta de aireación, acotó.

 

Doerksen comentó que las cooperativas cuentan con campos experimentales que permiten planificar en mediano y largo plazo las rotaciones de los cultivos, sin embargo, se han agregado parcelas de otras empresas y productores de la zona sin historial de producción que tal vez, requieren de un manejo especial. El objetivo de esta investigación es usar áreas con historial agrícola. Si bien no es lo ideal recurrir a nuevas parcelas, el gerente del Servicio Agropecuario de la Cooperativa Chortitzer indicó que la complejidad de encontrar lugares este año llevó a tomar esta decisión.

 

Hasta la fecha el paquete de la red de ensayos de evaluación de maíz, soja y sorgo de la Fundación Ideagro utiliza como variable de medición el rendimiento de los cultivos (kg por hectárea). Sin embargo, la institución evaluará incluir otras variables en los próximos años, si las condiciones logísticas son adecuadas y las informaciones son prácticas.

 

Entre los desafíos, este proyecto busca incorporar más parcelas representativas y espacialmente distribuidas en el Chaco de aptitud agrícola, así como sumar una mayor cantidad de materiales genéticos, dependiendo del equipo de estudio, la disponibilidad de parcelas y el interés de las empresas proveedoras de insumos.

 

Por segundo año consecutivo la Fundación Ideagro llevó a cabo una red de ensayos de evaluación de maíz, soja y sorgo en el Chaco, que busca, principalmente, estudiar los rendimientos de los materiales en diferentes ambientes, aunque dentro de esta variable también se incluyen otras como estabilidad y adaptación.

 

Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de productores locales y empresas del agronegocio paraguayo, pretende generar información sobre la relación del ambiente y el genotipo de los cultivos agrícolas, que les sirva, posteriormente, para la toma de decisiones oportunas.