A pesar de la coyuntura, en esta campaña la Cooperativa Pindo (San Cristóbal, Alto Paraná) aumentó 6 % su área de siembra de trigo, respecto a la zafra pasada; sin embargo, la producción disminuyó 5 % y la calidad de granos fue 16 % inferior, debido a la presión de Pyricularia y Fusarium, indicó a Nación Productiva el Ing. Agr. Emerson Angst, responsable de Producción de Semillas de la cooperativa.

 

Si bien hubo un incremento en el área de siembra del cultivo de trigo por parte de los socios de la Cooperativa Pindo, las intensas lluvias y las olas de calor que se registraron a lo largo del ciclo productivo del cereal terminaron favoreciendo la presencia de enfermedades (principalmente Pyricularia y Fusarium). En consecuencia, se tuvo una menor producción y calidad de granos inferior.

 

En esta campaña los asociados de la cooperativa abarcaron 17 200 hectáreas de trigo, un aumento de 6 %, respecto la zafra anterior. Sin embargo, la producción final tuvo un decrecimiento del 5 %, según el volumen recibido.

 

Angst comentó que las épocas de siembra de trigo 2023 se concentraron entre mayo y junio, pero fueron las primeras parcelas las que se vieron más afectadas por los síntomas de la Pyricularia y Fusarium. En la época temprana de implantación se registró una mayor humedad, en tanto que el invierno fue bastante caluroso, acotó.

 

En cuanto a los resultados, el entrevistado señaló que los picos de producción fueron de 1400 kg por hectárea, un rinde inferior al promedio que tenían los agricultores, de entre 3000 kg y 3500 kg por hectárea.

 

En ese punto detalló que para empatar los costos de esta campaña los productores tendrían que haber cosechado 2800 kg, considerando que el costo de la producción estimado es de 560 USD/tonelada y el precio de primera del grano gira en torno a USD 200.

 

El responsable de Producción de Semillas de la cooperativa indicó que la calidad del trigo de primera fue de 77 %, lo que representa una baja de 16 %, respecto a la campaña anterior, cuando se alcanzó 93 %.

 

En cuanto al volumen de segunda y tercera calidad, el ingeniero explicó que abarcó un 20 %, una cifra superior al registro del año pasado, que llegó a solo el 7 %.