Las condiciones climáticas expuestas desde el inicio de esta campaña propiciaron una alta presión de la roya en las áreas productivas del país, que sumadas a las ineficiencias en el manejo de los cultivos terminaron comprometiendo la expectativa de rendimiento de la oleaginosa, comentó a Nación Productiva el Ing. Agr. Wilfrido Morel, director de FitoLab Paraguay.
En Nación Productiva analizamos de manera integral los efectos de la roya de la soja en esta campaña. En este contexto, Wilfrido Morel habló del nivel de severidad de esta enfermedad en las áreas comerciales del cultivo. Señaló que las condiciones climáticas de esta temporada propiciaron una alta presión de la enfermedad en las zonas productivas del país.
Indicó que desde el punto de vista del manejo se tuvo inconvenientes, especialmente en diciembre, cuando los cultivos estaban entrando en la etapa reproductiva.
“Prácticamente, en todas las áreas de producción de soja estamos con roya en mayor o menor presión y severidad. Hay áreas muy comprometidas desde el punto de vista de la productividad”, expresó.
Dentro del monitoreo de resistencia de roya que FitoLab realiza en sus laboratorios, se observó variaciones de poblaciones del patógeno entre diferentes regiones y en la parte genética se analizaron diferencias en el comportamiento de los genes debido a los cambios en la dinámica poblacional de esta enfermedad, acotó Morel.
Resaltó que la primera aplicación es la que determina el manejo correcto de las enfermedades. Fueron los casos de aplicaciones tempranas los que aportaron una gran diferencia en los buenos resultados que obtuvieron algunos productos, subrayó.
Recalcó que se tuvo un éxito rotundo en aquellos lotes que fueron manejados con aplicaciones de fungicidas tempranas e ingredientes activos correspondientes.