Los productores del norte del país esperaban que el fenómeno climático El Niño, caracterizado por traer abundantes lluvias y humedad, se presentara con mayor intensidad; sin embargo, el resultado fue opuesto y la sequía impactó de forma severa. El Prof. Dr. Federico Barreto, socio gerente de la empresa FFBC Agrounión S.A. (Estancia Cuatro Santos), ubicada en la zona fronteriza de Amambay y Concepción, indicó a Nación Productiva que de una expectativa inicial de 4500 a 5000 kg, los rindes de las primeras parcelas cosechadas de soja se encuentran entre 750 a 1100 kg por hectárea.

 

En Nación Productiva hablamos del “Impacto de la severa sequía en la agricultura en el norte del país”, junto con referentes del sector productivo. En vez de presentarse condiciones de intensas lluvias, a causa del vigente fenómeno El Niño, gran parte de la zona norte de la región Oriental registró un escenario similar a La Niña.

 

Barreto relató que la zona norte se vio afectada por la falta de precipitaciones y temperaturas mayores a 40 °C. Si bien se esperaban condiciones pluviométricas ideales, finalmente no se presentaron y eso generó un retraso en la siembra del cultivo de soja correspondiente a la zafra 2023/2024.

 

El Niño no nació en el norte y si nació, quedó en pañales”, resaltó el entrevistado.

 

Así también, destacó: “Esperábamos lluvias de 15 mm y después ya no quisimos más esperar para no salir mucho de la ventana de siembra ideal. Las primeras parcelas sembramos el 10 de octubre, que no estaban en condiciones ideales, pero ya daba para sembrar”.

 

En ese sentido, comentó que durante los 116 días del ciclo del cultivo se registraron 344 mm de lluvias, pero mal distribuidos, y 595 mm de evapotranspiración. En las primeras parcelas cosechadas se registraron rindes de 750 a 1100 kg por hectárea.

 

La expectativa inicial para esta zafra que termina era llegar a los 4.5 a 5 toneladas por hectárea, señaló el responsable de Estancia Cuatro Santos.