Alejandro González, productor y director propietario de Agrobest, mencionó en Nación Productiva que si bien el dron puede tener un mayor precio que el de las pulverizadoras autopropulsadas o de arrastre, aseguró que al final, logísticamente hablando, su uso reduce costos y se compensa, ya que se llega a ahorrar inclusive USD 80 por hectárea.

 

La tendencia del uso de drones para las aplicaciones de defensivos agrícolas es irreversible. Más aún cuando se analiza su ventaja económica, además de tener en cuenta otros beneficios. González resaltó que una de las grandes ventajas que ofrece esta herramienta es la reducción de superficie aplastada por el acceso de las maquinarias, que se estima es de entre 6 % y 8 %; es decir, precisó que en un área de soja con una productividad de 2800 kg/ha y considerando la cotización actual de la oleaginosa, se puede llegar a ahorrar USD 80 por hectárea.

 

«El dron puede salir más costoso, teniendo una diferencia de USD 2 a USD 3 en comparación con una autopropulsada o de arrastre, pero logísticamente hablando, el dron tiene ventajas que abaratan los costos por hectárea», sostuvo.

 

Dentro de las ventajas del dron destacó que no tienen pisadas, por lo que no hay compactación en el terreno agrícola. Mencionó que también se puede pulverizar luego de una lluvia, aprovecha mejor los productos por su capacidad y calidad de gotas y hace un mapeo de los cultivos.

 

Finalmente, acotó que como es una herramienta nueva existen muchas dudas, pero una vez que se realizó el servicio y ven el resultado del trabajo, los productores quedan muy contentos.

 

«Todos los que usan drones para pulverizar salen muy satisfechos con la calidad de aplicación, y porque tiene muchas ventajas y al final terminan supercontentos con esta herramienta», finalizó González.

 

[Foto icon-camera : Nación Productiva]