Luego de la jornada positiva del jueves, la soja cerró este viernes en Chicago con bajas de USD 3,59 y USD 3,67 en sus principales. Así, la cotización de la oleaginosa de julio quedó en USD 433,48 y la de agosto, en USD 429,26, de acuerdo con el informe de Granar.

 

En esta jornada el contrato de julio de la soja pasó de USD 437,07 a USD 433,48, mientras que la posición de agosto registró un cambio de USD 432,93 a USD 429,26.

 

Según el análisis de Granar, entre las razones que debilitaron las cotizaciones se destaca la chance del retorno de las lluvias sobre zonas del Medio Oeste durante el fin de semanas e inicios de la próxima. De darse, el aporte de humedad apuntalaría el buen desarrollo inicial de los cultivos.

 

Asimismo, la competitividad ganada por las exportaciones de Brasil, en función de la devaluación que vino reflejando el real contra el dólar, algo atenuada ayer, sigue aportando a la tónica bajista en la plaza estadounidense. Destaca, además, que con el fin de hacer lugar para la entrada de la cosecha de maíz, los productores brasileños tienden a acentuar las ventas de soja.

 

Por su parte, el maíz también cerró la rueda con saldo negativo, pero la semana con ligeras alzas, pues la posición de julio bajó USD 3,34 hasta quedar en USD 177,16. Asimismo, el contrato de setiembre bajó USD 2,56 y quedó en USD 179,91.

 

Entre los factores que influyeron se destacó la chance de precipitaciones sobre las principales zonas productoras estadounidenses en los próximos días que, de efectivamente darse, serían un aporte positivo para apuntalar el buen estado de los cultivos. También influyó en la caída el avance de la recolección de la zafriña en Brasil (que aporta poco más de 77% de la oferta total), que ya está volcando más granos sobre el circuito comercial, justo cuando el real se muestra debilitado contra el dólar, en un movimiento que estimula a vender a los productores.

 

En el contexto bajista, el precio del trigo en Chicago cerró la jornada también con valores en baja. Los contratos quedaron en USD 225,12 (julio) y USD 230,91 (setiembre). El contexto se da por la presión que ejerce el avance de la recolección de las variedades de invierno, con buenas perspectivas para el volumen final de la cosecha, y por las favorables condiciones vigentes para el desarrollo de los cultivos de primavera. Asimismo, influyeron en modo bajista la ralentización de las exportaciones estadounidenses demostrada ayer por el USDA en su informe semanal de ventas externas y la devaluación del euro contra el dólar, que le resta competitividad a las materias primas de EE.UU.