El difícil momento que atraviesa la ganadería paraguaya, a causa de la ausencia de condiciones de libre mercado, podría comprometer el futuro del empleo en Paraguay al cierre del 2028. Hasta el 2023 la cadena cárnica otorgó 329 450 puestos de trabajo, una cifra que se reduciría 19 % (-61 049), si las condiciones actuales no mejoran, indica el informe “Impacto de la Carne en la Economía Paraguaya”, elaborado por la Asociación Rural del Paraguay (ARP), el Consorcio de Ganaderos para Experimentación Agropecuaria (CEA) y la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (Appec), compartido en Nación Productiva.

 

En conversación con el Ing. Diego Heisecke y el Ing. Ramiro Maluff, presidente del CEA y la Appec, respectivamente, se resaltó que el 93.7 % de toda la mano de obra que se genera en la cadena (308 587 puestos de trabajos) es atribuida al sector productivo. No obstante, el momento complicado del negocio ganadero pone en juego el futuro del empleo sectorial.

 

El análisis sobre “Impacto de la Carne en la Economía Paraguaya”, que contempla los años 2023 al 2028, periodo del actual Gobierno, como referencia, menciona que al cierre del 2023 toda la cadena de la carne fue responsable de 329 450 empleos, sin embargo, de no revertirse las condiciones actuales de la ganadería, se perderían 61 049 empleos (19 %) hasta el 2028, ya que la estimación es de 268 401 puestos de trabajos.

 

En forma discriminada, el informe puntualiza que en el 2028 se tendría 34 701 productores menos, una baja de 28 %, con respecto a la cifra calculada en 2023 (123 583 productores). Asimismo, se emplearía a 92 039 personales de estancia, 64 166 contratistas, 549 profesionales administrativos, 4572 veterinarios/contadores, 7042 personales para frigoríficos, 2099 para transportes internos, 246 para transportes externos, 6905 personas para comercios y servicios, 1514 funcionarios públicos y 387 personas para carnicerías, es decir, una baja de 13 % en cada segmento.

 

Si no llegamos a nuestro nivel de equilibrio, uno de los primeros puntos que el inversor va a decidir es bajar los costos y eso va a repercutir gravemente en aquellas personas que trabajan con el sector”, resaltó Heisecke.

 

Por otra parte, Maluff subrayó que la actividad ganadera ha dejado de tener previsibilidad.