La decisión política del gigante asiático de diversificar sus compras de carne de países poco frecuentes como Bolivia y Colombia ha afectado las exportaciones de la proteína roja desde Argentina, Brasil y Uruguay. La habilitación de decenas de plantas y el desarrollo de nuevas relaciones comerciales por parte de China está imponiendo desafíos significativos a los exportadores tradicionales de la carne.

 

Las exportaciones de carne argentina, brasileña y uruguaya, proveedores tradicionales de China, se vieron afectadas al cierre de mayo debido al cambio del comportamiento chino en cuanto a la diversificación de sus compras en más países abastecedores, entre otros factores.

 

Argentina. Esta decisión de China de habilitar decenas de nuevas plantas y desarrollar relaciones comerciales con países poco frecuentes como Bolivia y Colombia impactó en los envíos de carne argentina al gigante asiático.

 

El reporte del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) del vecino país indica que en mayo se exportaron 55,3 toneladas de carne bovina, una cifra que llevada a su equivalente res con hueso (lo cual implica a su vez descontar determinadas subpartidas informadas como cortes de carne sin deshuesar) arroja un volumen 68 200 toneladas. Los datos indican que se trataría del segundo mes consecutivo con un importante escalón a la baja, luego de que en febrero y marzo los envíos estuvieron por arriba de las 80 000 toneladas equivalentes.

 

Si bien en el acumulado del primer quinquemestre el volumen exportado sigue siendo 10 % superior al registrado en los primeros cinco meses del 2023 (384 000 vs 349 000 toneladas), para el Rosgan, un emprendimiento conjunto de la Bolsa de Comercio de Rosario e importantes consignatarios de hacienda de distintas provincias de Argentina, las últimas caídas no resultan despreciables, si se considera que el destino que mayor volumen pierde es precisamente China y el mercado de mayor incidencia en el total de las exportaciones.

 

Entre otros factores, también se destaca que la baja de las exportaciones de carne argentina responde a factores internos tanto cambiarios como fiscales. Este escenario presiona los números de la industria y resta competitividad en los mercados externos.

 

A pesar de todo, el país asiático sigue siendo el principal comprador para Argentina con más del 69 %.

 

Brasil. En el gigante sudamericano también se observa una clara desaceleración en la participación china. De enero a mayo, la participación de China/Hong Kong sobre el total de carne exportada por Brasil se redujo del 53 % al 49 %, aun considerando la disrupción de exportaciones a este destino sufrida el año pasado durante los primeros meses de este mismo período debido a restricciones comerciales.

 

Uruguay. Este mercado también experimentó un cambio significativo en sus exportaciones de carne bovina hacia China. En el último año cerca del 60 % de las exportaciones de carne vacuna tenían por destino el gigante asiático mientras que, actualmente esa participación se reduce al 40 % con menos de 84 000 toneladas equivalente carcasa de las 209 400 embarcadas a todo destino de enero a mayo de 2024.

 

A medida que China iba perdiendo fuerza como comprador de grandes volúmenes, Uruguay ha sabido direccionar muy estratégicamente sus ventas hacia Estados Unidos, destino que en mayo llegó a romper esa hegemonía que mantuvo China en la última década como principal comprador y en lo que va del año participa nada menos que en el 30 % de sus ventas totales al exterior.

 

Para Rosgan, al analizar los dos competidores más importantes de la región (Brasil y Uruguay), tomando como base los números de despacho desde cada uno de los orígenes, “se observa una clara desaceleración en la participación china”.

 

Los países vecinos lograron diversificar los destinos y con esa decisión suplir la menor demanda de China, indicó la institución en su informe.

 

Miguel Jairala, asesor económico y de mercados del Consorcio ABC, señaló que aparte de sumar a Colombia y Bolivia como nuevos proveedores de carne China ha levantado una prohibición para Irlanda.Está habilitando cada vez más países y dentro de cada uno de ellos está ampliando el número de establecimientos autorizados para la importación de carne; esto amplía la oferta disponible para los importadores y puede ejercer presión sobre los precios a la baja”, señaló.

 

[Fuente: Agrofy News, La Nación de Argentina, Todo El Campo y El Economista]

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