La soja concluyó la rueda de este viernes y la semana con resultado negativo en la Bolsa de Valores de Chicago. Así, la cotización de la oleaginosa de setiembre quedó en USD 344,93 la tonelada y la de noviembre, en USD 351,64, de acuerdo con el informe de Granar.
En esta jornada el contrato de setiembre de la soja pasó de USD 349,62, a USD 344,93, mientras que la posición de noviembre registró un cambio de USD 355,86 a USD 351,64.
Según el análisis de Granar, la soja terminó con bajas, tras otra jornada con lluvias leves que cubrieron Minnesota y el este de Iowa hacia el centro y el este del cinturón sojero/maicero de Estados Unidos, apuntalando el balance hídrico de los suelos y acompañando el desarrollo de los cultivos, que siguen atravesando etapas claves para la formación de los rindes futuros, en la previa de una cosecha que se augura récord, pero a la que nadie se anima aún a ponerle techo tras la estimación de 124,90 millones de toneladas hecha por el USDA el lunes.
Por su parte, el maíz también cerró la rueda con saldo negativo, pues la posición de setiembre bajó USD 1,77 hasta quedar en USD 145,86. Asimismo, el contrato de diciembre bajó USD 1,77 y cerró en USD 154,52.
Entre los factores que influyeron a la baja del grano, se encuentran las buenas condiciones ambientales vigentes en amplias zonas del Medio Oeste, donde los cultivos más tardíos siguen formando rindes de cara a una cosecha cada vez más próxima que será más abundante que lo previsto en el arranque de la campaña.
Asimismo, la liquidación que los farmers están haciendo del grano 2023/2024 para hacer lugar en las plantas de acopio a la nueva cosecha y la entrada de la zafriña brasileña en el circuito comercial también influyeron en la tónica bajista.
En contrapartida, el precio del trigo en Chicago cerró la jornada con valores positivos. Los contratos quedaron en USD 194,72 (setiembre) y USD 202,99 (diciembre). Las mejoras de hoy se dieron en línea con las alzas que se registran en el Euronext, que fueron impulsadas por las complicaciones que siguen atravesando los principales productores de la Unión Europea, donde va llegando a su fin la etapa de cosecha con resultados peores a los previstos.