Con saldo positivo cerró el precio de la soja este lunes en Chicago, luego de caer poco más del 5 % durante la semana anterior. La oleaginosa culminó la rueda con subas de USD 6,43 y USD 6,98 la tonelada en las posiciones de setiembre y noviembre, por lo que las cotizaciones quedaron en USD 351,36 y USD 358,62, respectivamente, de acuerdo con el informe de Granar.
Al final de este lunes el contrato de setiembre de la soja pasó de USD 344,93 a USD 351,36 la tonelada, mientras que la posición de noviembre registró un cambio de USD 351,64 a USD 358,62 la tonelada.
Granar explica que influyeron en la mejora la ausencia de lluvias sobre el cinturón sojero/maicero de Estados Unidos y los pronósticos que auguran tiempo seco sobre esa zona núcleo para la producción de granos gruesos durante toda la semana.
También contribuyeron con las mejoras el hecho de que, en sus partes diarios, el USDA confirmó hoy nuevas ventas de soja estadounidense 2024/2025: una a China, por 332 000 toneladas, y otra, a destinos desconocidos por 110 000 toneladas.
Además, formó parte de los factores alcistas la importante apreciación del real contra el dólar, que ronda el 1,6 % y que puso la paridad entre ambas monedas en torno de los 5,39 reales por dólar, luego de que un par de semanas atrás alcanzara un pico en 5,73. Esto no solo le resta competitividad a las exportaciones brasileñas, sino que les quita estímulo vendedor a los productores, aclara el informe de Granar.
En cuanto al maíz, la posición de setiembre pasó de USD 145,86 a USD 148,81 la tonelada, mientras que el contrato de diciembre varió de USD 154,52 a USD 157,57. En esto influyó al igual que en el caso de la soja, la ausencia de nuevas lluvias sobre el Medio Oeste, lo que habilitó a los especuladores a hacer algunas compras de oportunidad, por un eventual impacto negativo sobre la condición de los cultivos más tardíos, que todavía están formando rindes.
Asimismo, aportó a la mejora en el mercado estadounidense la apreciación del real contra el dólar, que le restó competitividad a las exportaciones de Brasil, justo cuando deberían incrementarse los envíos gracias a la entrada de la zafriña.
Por su parte, el trigo concluyó la rueda con ligeros altibajos. Las posiciones quedaron en USD 194,08 (setiembre) y USD 202,90 (diciembre). Entre los factores que influyeron se destacó la devaluación del dólar contra el euro que al momento del cierre de la jornada de negocios rondó el 0,50% y que, en plena cosecha, mejoró la competitividad de las ventas de Estados Unidos, en detrimento de las europeas.
Limitaron las mejoras el progreso de la cosecha estadounidense, en particular la de primavera, por sus buenos resultados; la competitividad que está ganando el trigo de Rusia tras la caída de precios reciente en el propio mercado ruso; los acelerados despachos de trigo desde Ucrania, y un mal reporte de embarques estadounidenses.