La Asociación Rural del Paraguay (ARP), la Unión de Gremios de la Producción (UGP), la Asociación Paraguaya de productores y Exportadores de Carne (Appec) y el Consorcio de Ganaderos para Experimentación Agropecuaria (CEA) repudiaron, a través de un comunicado, “las amenazas extorsivas de oenegés ambientalistas que pretenden amedrentar a productores que cumplen las leyes nacionales”. Los gremios enfatizan que Paraguay no puede renunciar a su desarrollo por esta coacción, por lo que les instan a los productores “a cerrar filas” y al Gobierno a “acompañarlos en la defensa” del sector.

 

Los gremios mencionan que oenegés “pretenden convertirse en el policía ambiental de todo el mundo, con criterios que no se basan en ciencia y apoyadas en un plan que vienen desarrollando desde hace muchos años”.

 

Acusan que en este momento las ONG están poniendo en marcha otra de sus herramientas, que es la descalificación reputacional de la gente que trabaja dentro del marco de las leyes nacionales y comienzan a desplegar tácticas de extorsión con amenazas mediáticas a diversos actores de la producción agroganadera nacional que cumplen con las leyes nacionales.

 

Paraguay no puede renunciar a su desarrollo por amenazas extorsivas de oenegés que pretenden amedrentar a productores que cumplen las leyes nacionales”, ratifican.

 

El comunicado publicado el 6 de setiembre revela que varios productores han comenzado a recibir correos de ciertas oenegés que los acusan de haber desmontado cierta cantidad de hectáreas, les piden en plazos ridículamente breves sus descargos y concluyen con la amenaza de publicación.

 

Recalca que pretenden amedrentar, citan diversas fuentes, pero olvidan el elemento fundamental, que es que los productores han cumplido todas las normas paraguayas. “Con actitud amenazante y autoritaria pretenden desconocer de manera unilateral y arbitraria las leyes paraguayas e imponer sus condiciones, lo que vulnera el principio de autonomía de los países. Hoy cada país tiene sus leyes que han sido formuladas por instituciones democráticas locales y no dictadas por organizaciones con intereses particulares”, remarcaron en el escrito.

 

Por otra parte, precisan que la amenaza extorsiva de condena mediática fue enviada a productores paraguayos que incluyen a integrantes de la cadena de producción, desde los insumos hasta las plantas industriales. Cuestionan también que ni siquiera piensan que están poniendo en riesgo miles de puestos laborales por caprichos diseñados en escritorios, con criterios muy ajenos a las realidades en las que se mueven los productores de los países que tienen derecho a desarrollarse.

 

“Paraguay es un país soberano. Ha firmado y cumple acuerdos internacionales como la Convención de Cambio Climático de NNUU, o los Acuerdos de Paris y en todos ellos se respetan criterios, como que la: producción de alimentos no se vea amenazada… y «permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible”, menciona el comunicado.

 

Sostienen que las amenazas recibidas no respetan esos criterios, ya que desconocen las circunstancias propias y necesidad de consolidar el proceso de desarrollo sostenible del Paraguay.

 

Instamos a todos los productores a cerrar filas ante estas amenazas y a las instituciones del Gobierno que entienden estas cuestiones, a acompañarnos en esta defensa de los puestos de trabajo y el desarrollo de nuestra nación”, concluyeron.