Federico Morixe, director de Fimix Agrofinanzas, mencionó en Nación Productiva que cuando comience la cosecha en Estados Unidos los precios del maíz y la soja bajarán hasta el punto de los USD 350 la tonelada, un análisis que nace posterior a la visita de campos estadounidenses durante la II Gran Gira Productiva. No obstante, consideró que hay que tener en cuenta si con el avance de la colecta se mantendrán el rinde y la producción como lo estima el USDA porque, de lo contrario, el precio subirá. Explicó que este escenario afecta la rentabilidad del negocio tanto de los productores estadounidenses como sudamericanos, que en algunos casos consideran incluso no sembrar la totalidad de sus parcelas.

 

«Al recorrer Estados Unidos, todos teníamos ganas de “destruirles” los cultivos a los americanos porque estaban muy bien y eso automáticamente es una bajada en los precios (…). Se veían cultivos malos también, hay que decir la verdad. Algunos cultivos un poquito más chicos de lo normal, pero en promedio se veían muy buenos cultivos, tal como cuentan los propios agricultores, la cooperativa, la universidad. Ahora hay que ver si realmente ese número se junta con lo que dice el USDA, ya que algunos sospechan que hay una indiferencia, pero esto se va a ir viendo en los próximos meses y por eso tuvimos esta baja en los precios», comenzó diciendo Morixe en Nación Productiva, ocasión en la que hicimos un resumen de la Gira Productiva 2024 por el corazón agrícola de Estados Unidos (Illinois e Iowa), que se realizó del 27 de agosto al 5 de setiembre.

 

En ese sentido, puntualizó: «Ahora cuando comience la cosecha, vamos a ver un poquito que los precios de la soja y el maíz van a bajar, van a ir a buscar el mínimo que tuvimos de 350 dólares hace unas semanas atrás, irán por ahí, pero hay que ver realmente si con ese avance de cosechas, el rendimiento y la producción seguirá como dice el USDA, si no es así, el precio va a empezar a subir».

 

Comentó que el productor americano también está preocupado porque con los precios actuales no le es rentable la actividad. Destacó, en este sentido, que los farmers tienen una participación muy activa en la gestión comercial de la producción, y muchos, incluso, ya tienen seguros de precio y algunas ventas anticipadas. Resaltó que trabajan muy activamente porque el departamento de extensión de la universidad les ayuda en ello y esa es una ventaja.

 

«Ahora, en esta recuperación de precios, todo el extra que van a sacar, esos 700 a 800 kilos por hectárea extra, no tienen precio, y eso es lo que no van a querer vender barato. Ahí es en donde van a esperar dos o tres meses para vender o capaz que a nuestro verano esperará venderlo porque ven que ahora el precio no les está sirviendo. Si un productor americano no vendió hasta ahora o no fijó precio, ahora pierde dinero. Entonces, eso también marca un poquito el mercado de los precios», explicó.

 

En esa misma línea, pero sobre las perspectivas de la nueva zafra 2024/2025, mencionó que hay que arriesgarse a sembrar todo, pues consideró que si el clima acompaña, podría haber una muy buena productividad y con ello compensar la baja de precios.

 

«Dejar áreas sin producir a veces es el peor error que se puede hacer. Entonces, hay que arriesgarse, hay que sembrar todo. Y por ahora, si el clima acompaña, creemos que todos los países sojeros del sur del mundo van a intentar sembrar lo máximo que puedan y ser lo más eficientes y sacar los mayores kilos posibles. Y con eso tratar de compensar esta bajada en los precios», acotó.

 

Finalmente, mencionó que hay que esperar también a ver cómo avanza la cosecha en Estados Unidos, ya que si no es tan buena, los precios se van a ir recuperando y el productor va a ir generando rentabilidad. “Pero dejar de producir, no hacer nada, a esta altura del año capaz que puede ser un error muy grande», concluyó.