Cleverson Pozzebon, gerente técnico de Estancia Anahí, ubicada en Katuete, Canindeyú, mencionó en Nación Productiva, en el contexto del inicio de la nueva campaña agrícola 2024/2025, que con el tiempo se dieron cuenta de que independientemente de las proyecciones del año (precios y clima), las estrategias efectivas son siempre las mismas: diluir los riesgos y en especial, proteger el suelo, es decir, darle las condiciones necesarias para que el agua de lluvia se infiltre y se almacene.

 

«Ni los precios, ni los costos, ni los pronósticos influyen en nuestra planificación de zafra. Con el tiempo descubrimos que independientemente de las proyecciones o del año, las estrategias efectivas son siempre las mismas: diluir los riesgos y proteger el suelo. Estamos avanzando mucho en las correcciones del suelo y en las reestructuraciones con plantas», afirmó Pozzebon en el agroclásico de los domingos, ocasión en la que hablamos sobre el inicio de la nueva campaña de soja: ambientes, clima, costos y proyecciones.

 

Explicó que esto es un trabajo de fondo, ya que no se mira una campaña en particular, sino el conjunto.

 

Respecto a en qué condiciones reciben en Estancia Anahí esta nueva zafra, mencionó que ha sido un año muy difícil para toda la zona, con periodos secos y altas temperaturas, pero destacó que en el caso particular de este establecimiento, el saldo del verano fue el tercer mejor promedio de soja registrado.

 

Precisó que sí la zafriña fue muy afectada por la sequía, aunque en la estancia los cultivos de renta ocuparon solo el 37 % del área y el balance de todos los grupos ha sido positivo. “Siempre digo que la mejor forma de hacer sobrar plata es dejar de perder plata”, acotó.

 

Con relación a la condición actual, comentó que en la zona cayeron en los últimos diez días entre 50 y 60 mm, por lo que es probable que toda la zona hay iniciado la siembra esta semana, menos en Estancia Anahí, por una cuestión práctica, según argumentó, pues en lo que va de este 2024 en Canindeyú se tienen 600 mm acumulados, de los cuales 200 mm corresponden a enero, por lo que toda la lluvia de la semana apenas representa el promedio de los últimos siete meses. “Son 60 mm por mes. Aún estamos en déficit. La decisión de iniciar la siembra depende de la siguiente lluvia. Yo siempre digo que necesitamos aprender a manejar el agua así como los chaqueños”, resaltó.

 

En cuanto a su plan de implantación, dijo que hace tiempo siguen el mismo patrón, ya que planifican apenas un golpe de siembra, pero dura normalmente 45 días de inicio a fin. “Hacemos lo posible para no perder ninguna siembra, realizamos una buena implantación con humedad y usando bien los grupos de maduración relativa para escalonar también la cosecha”, precisó.

 

Aseguró que la preocupación en la estancia siempre es el suelo, por lo que recomendó mantenerlo con cobertura permanente, hacer rotación los cultivos, es decir, darle condiciones para que el agua de la lluvia se infiltre y se almacene.

 

“Lo que hacemos es pagar la deuda que tenemos de unos 20 años con el suelo con encalado. Y con todo ese trabajo mejoramos la resiliencia del suelo para soportar las adversidades climáticas», enfatizó.

 

Pozzebon aseguró que hace énfasis en el manejo del suelo porque quiere estar preparado para cuando se repita una zafra igual a la de 2021/2022, en la que se experimentó una extrema sequía y que generó un quiebre de casi 70 % de la producción a nivel país. “Para tener una idea de que es distinta nuestra forma de ver la agricultura, ahora mismo estamos con aproximadamente un 85 % de las áreas cubiertas con alguna planta verde, ya sea en estado terminal o recién implantada, y así es el patrón que estamos siguiendo hace algunos años», explicó.

 

Por otra parte, mencionó que el punto de equilibrio depende mucho del precio de venta efectivo; no obstante, considerando los valores actuales y teniendo en cuenta la alta inversión en encalado y en cobertura de suelo que realizan, estiman unos 2700 kg por hectárea, considerando también el costo operacional.

 

En ese sentido, resaltó que cada año va bajando el costo de producción porque tienen menos problemas con malezas, plagas, y enfermedades, gracias al trabajo que realizan con el suelo.

 

«Estamos sacando la plata que antes era invertida en protección y lo estamos aplicando en corrección de suelo y en cobertura de suelo. La receta que funciona la tenemos que repetir y mejorarla, y eso es lo que estamos haciendo», agregó.

 

Finalmente, Pozzebon dejó un mensaje para todos los actores del sector: «Hay personas que pasan la vida como si nunca fueran a morir, pero que mueren como si nunca hubiesen vivido. Que no sea este nuestro caso, podemos hacer la diferencia, dejar nuestra contribución a la agricultura. Somos bendecidos por estar en este país maravilloso, lleno de oportunidades, con buenas personas, con clima estable, sin eventos extremos, con un buen promedio de lluvia, solamente es mal distribuida. Es nuestra responsabilidad cosechar toda esa agua que cae. Tenemos una gran oportunidad para ser referentes en el mundo, construyendo un sistema de producción estable y sostenible con apenas decisiones. Y sí, el resultado es apenas una cuestión de decisión. No es un camino fácil, pero está lleno de satisfacción».

 

[Foto icon-camera : Cleverson Pozzebon / Archivo / Facebook Cleverson Pozzebon]