Si bien este es un año complicado para el transporte fluvial debido a la extrema bajante de los ríos, sobre todo el Paraguay, Rubén Valdez, presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym), mencionó a Productiva que dentro de este escenario crítico que se vive, rescata como un aspecto positivo la gran capacidad que tiene la flota paraguaya, pues la cosecha de la campaña pasada de soja ya fue exportada casi en su totalidad. Acotó que solo quedan algunos lotes, pero recalcó que el 95 % del volumen ya fue desalijado. No obstante, afirmó que considerando que el nivel de las aguas seguirá disminuyendo, se debe buscar alternativas porque es probable que las embarcaciones no puedan arribar ni siquiera a los puertos de Villeta o San Antonio, y eso inevitablemente implica sobrecostos.
Precisó que durante todo el año el rubro ha venido trabajado en niveles no óptimos y en estos momentos la situación es más crítica aún porque casi el 50 % de la capacidad de la flota ya se encuentra afectada, debido a la bajante histórica de los ríos e incluso acotó que hay puertos en el norte de la hidrovía adonde ya no se puede acceder debido a diversos pasos críticos que impiden la navegación.
En el puerto de Asunción este viernes se volvió a registrar un nuevo récord histórico de descenso de las aguas, pues la marca, de acuerdo con la Dirección de Meteorología e Hidrología, llegó a -1,36 m, es decir, 4 cm menos que ayer.
Sin embargo, destacó la capacidad de la flota de nuestro país, ya que el 95 % de la soja de la campaña pasada ya fue exportada, al igual que sus subproductos. En este sentido, agregó que hubo una salida récord de la oleaginosa debido a la alta demanda de la industria argentina.
Valdez resaltó que el grado de importancia del río Paraguay para la economía nacional es vital, debido a que gran parte de las importaciones y las exportaciones se concentran en la zona de Asunción y área metropolitana como Mariano Roque Alonso, San Antonio y Villa Elisa (donde se encuentran las terminales de combustibles), por ende la bajante de esta vía impacta directamente en el correcto desempeño de las actividades económicas.
El presidente de Cafym afirmó que gracias a los trabajos de dragado aún se puede navegar en condiciones razonables, pero se deben analizar otras estrategias, ya que el río seguirá bajando.
“Lo que preocupa es que el río sigue bajando, va a continuar bajando unas semanas más y para ese momento ya se tienen que evaluar planes alternativos porque es probable que gran parte de la flota no pueda arribar ni siquiera a los puertos de la zona de Villeta o San Antonio, por lo tanto, se deberían trasbordar esos productos en otros puertos con aguas más profundas, como, por ejemplo, el de Pilar y a partir de ahí transportar vía terrestre y eso representaría un costo importantísimo”, aseguró.
En términos de costos, aseguró que no existen sobrecargos de fletes que puedan cubrir las pérdidas de ingresos en la estructura económica de las empresas, que, además, tiene un efecto colateral en todo el desarrollo económico del país.
En cuanto a los insumos agrícolas, principalmente fertilizantes, dijo que en algún momento se estancó el ingreso por la pérdida de capacidad de carga y la alta demanda, pero aseguró que actualmente todos esos productos ya se encuentran en poder de los productores en el campo.
Hay pronóstico de lluvias a partir de la quincena de octubre y durante noviembre, pero no serían suficientes para recuperar los niveles normales del río, por lo que la bajante podría persistir hasta el primer trimestre del 2025, de acuerdo con las estimaciones climáticas.
Recalcó que el problema de la falta de agua es a nivel regional, prácticamente de toda la cuenca del Plata, puntualmente en los dos grandes ríos, el Paraguay y el Paraná. Con respecto al río Paraná, precisó que la situación también es crítica, aunque un poco más controlada, debido a las represas que existen a lo largo de esta vía, como, por ejemplo, las dos grandes: Yacyretá e Itaipú, y varias más hacia el territorio brasileño que, de alguna manera, pueden regular la situación, afirmó el presidente del gremio.
“Esta situación podría retrasar la llegada de varios productos para cierto periodo como, por ejemplo, las fiestas de fin de año, y de igual manera tiene su impacto en los envíos. Si bien no es la temporada de mayor demanda de bodegas para exportación, hay productos que deben salir con mayor costo, por lo que pierden competitividad en el mercado internacional”, explicó.
Por otra parte, mencionó que Paraguay importa casi el 100 % de sus combustibles fósiles a través de la hidrovía, un volumen que ronda entre 1 500 000 y 1 800 000 m³ por año.
“Quiero desmentir de alguna manera algunos titulares que dicen que podría existir algún desabastecimiento, no es correcta la información, no hay que alarmar a la población, pero hay que esperar demoras, incremento de productos, no precisamente en combustible, sino en diferentes productos”, finalizó Valdez.
[Foto : imagen de referencia tomada de internet]