Comienza una nueva zafra arrocera y con ella renace la gran esperanza de todo un sector que supo reponerse a incontables situaciones adversas a lo largo del tiempo y que las transformó en experiencia y capacidad de resiliencia para asumir los desafíos. Esta campaña no será diferente.

 

En Productiva sabemos la importancia de este noble sector para la economía paraguaya, debido al impacto socioeconómico que genera a su paso. Es por ello que, considerando este nuevo arranque de campaña, visitamos la región de Caapucú, departamento de Paraguarí, allí donde se erige la zona de acción de la empresa Farmer S.A., un emprendimiento que sigue incorporando tecnología y ajustando manejos para obtener el mayor rédito posible.

 

En la visita el Ing. Agr. Wilson Wiesenhutter, responsable técnico, indicó que se adelantó la siembra de arroz debido al pronóstico del año seco que se maneja. Si bien cuentan con un área de reservorio de agua, decidieron ser precavidos ante esta perspectiva y aprovechar este recurso para ter minar el ciclo del cultivo, señaló.

 

Dijo que la ventana ideal de siembra va del 20 de agosto hasta el 15 de noviembre. “Adelantamos 15 días y la idea es tratar de liquidar antes del 15 de noviembre, pero un 80 % queremos hacer antes de las lluvias de octubre”, subrayó.

 

Aparte de eso indicó que los desafíos también les ayudaron a los productores a poder reestructurar mejor sus campos y reforzar los reservorios.

 

En esta unidad de producción la siembra de arroz inició hace ocho años y en ningún momento se dejó de cultivar, comentó.

 

Señaló que debido al escenario previsto de pocas lluvias y días fríos se busca mejorar el manejo del arroz mediante la rotación de cultivos. Precisó que este año uno de los mayores desafíos es la resistencia de malezas que va aumentando.

 

Así también, mencionó que se realiza un análisis de la extracción de los últimos tres años y ajustes en algunas parcelas, principalmente en áreas que serán destinadas a la soja. “Estamos apostando por una producción de 9000 kg. Tenemos remanente de fertilizante del año pasado, por ende, vamos a reducir un poco la fertilización, pero no vamos a limitar tanto, de modo a que se pueda tener un rendimiento mayor”, comentó.

 

Insistió en que cada año se va mejorando la reutilización del agua gracias a las estaciones de bombeo de recuperación.

 

Tecnologías. El Ing. Agr. Rómulo Morães, asesor técnico de Farmer S.A., por su parte, habló de que la empresa está implementando equipos destinados a la siembra del arroz y soja acompaña dos de altas tecnologías, además se encaran trabajos de actualización con relación a la densidad de siembra y profundidad. “Hoy estamos viendo una siembra tempranera donde tenemos la demanda de algunas regulaciones de nuestra máquina para una mejor uniformidad”, mencionó.

 

Si bien requiere de un mayor manejo y costos adicionales, destacó que los resultados históricos de producción muestran que las siembras tempraneras son bastante productivas.

 

Considerando los 12 años del cultivo de arroz en la unidad de producción, el ingeniero dijo que hace tres años se trabaja en el manejo de herbicida preemergente y poscosecha, a fin de reducir las malezas resistentes.

 

Para la soja, la firma está utilizando un sistema simple de nivelación de suelo y macro y microdrenaje adaptado para que el arroz ingrese sin daños estructurales posteriormente en la misma superficie.

 

Con respecto a las condiciones del fenómeno climático La Niña, el Ing. Agr. Rodrigo Schoenfeld, consultor técnico, subrayó que es importante aprovechar el buen momento de los precios y enfocarse en el manejo de la resistencia. Recomendó también el uso de preemergentes para arroz y soja.

 

No podemos dejar pasar la oportunidad de un año como este con buen tiempo y perder producción por retraso en el riego. No podemos perder 1 kg de arroz en ninguna parcela, hay que aprovecharlo”, agregó.

 

Acotó que la incorporación de soja en campos de arroz es fundamental. “Mi recomendación es no dejar de lado los proyectos de soja junto con el arroz”, finalizó.

 

Desafiante. Por su parte, el Ing. Agr. Wol fgang Bronstrup, director de Farmer S.A., resaltó que indudablemente la campaña anterior de arroz fue altamente desafiante; no obstante, resaltó que sirvió para aprender. “Tuvimos lluvias muy gran des, llegamos a sembrar 3000 hectáreas y de eso en 10 días quedó todo bajo agua antes de germinar el arroz y tuvimos una pérdida de la parte de fertilización que sí o sí se va algo con el agua”, puntualizó.

 

Puntualizó que “la idea de este año es no parar de sembrar y la cosecha vamos a ver después cómo hacemos porque nos dimos cuenta también de que todo el arroz que se va sembrando después del 20 de noviembre cae muchísimo su rendimiento”, explicó.

 

En cuanto a las adecuaciones, precisó que fueron intensificadas la instalación de bombas y la suavización del terreno. El proyecto de la empresa a cinco años es ocupar el 50 % del agua.

 

Recordó que la histórica inundación del año pasado afectó a la producción arrocera. Actualmente, la empresa está enfocada en la parte productiva del arroz desde lo que implica la siembra hasta la industrialización. Esto permite contar con la trazabilidad del producto, refirió.

 

Estamos entrando fuerte en el tema de soja. Ya necesitamos una limpieza, mantenimiento y replanteamiento de las partes de fertilizantes; es muy bueno diversificar este cultivo y estamos implementando algunos sistemas más simples de drenaje”, resaltó.

 

Rescató que ante las dificultades es el recurso humano el que termina ayudando para preservar el agregado de valor. “Me di cuenta de que lo que más vale es que la gente ponga los hombros y eso le salvó a Farmer. Compartí con ellos muchos momentos y nuestros colaboradores estuvieron aquí de pie, afrontando aquellas situaciones adversas”, destacó.

 

La empresa, actualmente, posee licencias ambientales para 38 000 hectáreas bajo el dominio de Farmer S.A. y áreas alquiladas, además de otra licencia para hacer 18 000 de agricultura en rotación con la ganadería.

 

Bronstrup precisó que el objetivo de este año es lograr la mayor efectividad y rentabilidad de cada hectárea. “Yo creo que si el arroz se mantiene en USD 200 y USD 240 por tonelada, el resto estaría en nuestras manos”, explicó.

 

En la planta industrial el trabajo más arduo se concentra en los meses de febrero y marzo en la recepción, limpieza y secado, comentó Heriberto Amarilla, jefe de planta de Farmer S.A. “Producimos una capacidad aproximada de 400 toneladas por día de arroz en cáscara y estamos por las 85 000 a 90 000 toneladas al año”, precisó.

 

La industria opera con procesos controlados y automatizados y equipo de control de calidad y cuenta con un laboratorio donde se realizan los controles de humedad, temperatura y análisis de defectos para un seguimiento constante de la conservación del producto.

 

[Material publicado en el segmento Agricultura Productiva de la edición Nº 118 de agosto de Revista Productiva, páginas 14 y 16]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]