Considerando las condiciones climáticas adversas que impactaron en mayor medida a la zona de San Pedro en las últimas tres zafras, el sorgo se presenta como una alternativa rentable este año debido a su rusticidad, característica que le permite expresarse mejor en estos escenarios. Es por ello que varios productores están analizando trabajar con este cultivo, pues les podría significar un mayor flujo de caja, según mencionó a Productiva Víctor Penayo, productor de General Resquín y miembro de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, filial San Pedro.

 

El maíz es un cultivo importante agronómicamente hablando porque deja rastrojo y fósforo en el suelo para la siguiente campaña de soja, pero el sorgo tuvo mejor respuesta ante las condiciones climáticas adversas registradas, por lo que este se presenta como una opción rentable para los productores en San Pedro, destacó Penayo.

 

Añadió que el maíz tiene el plus del beneficio agronómico, ya que si bien a veces no deja una ganancia importante, contribuye con materia orgánica en el suelo, lo que le da mayor potencial a la soja que viene posteriormente. Además, remarcó que sin cobertura en el suelo franco arenoso de San Pedro no se puede apuntar a una producción de alto rendimiento.

 

Sin embargo, mencionó que otros factores que hacen considerar el sorgo como opción en la zafriña es el alto costo de producción del maíz y su baja cotización.

 

Otra posibilidad es trabajar con ruziziensis, pero en este caso no hay flujo de caja, sino que sería para brindarles cobertura a las parcelas.

 

“Hay bastante productores que se volcaron por el sorgo, porque es un cultivo que te da flujo de caja”, sostuvo Penayo.

 

El productor remarcó la necesidad de diversificar, teniendo en cuenta tanto el comportamiento del clima como el mercado. En ese aspecto, mencionó que el sésamo mecanizado podría ser una opción también para los productores del norte.

 

Hay muchas realidades en el campo; hay productores mejor posicionados que otros y, lastimosamente, algunos ya no van a poder producir, mencionó Penayo, quien precisó que a su criterio el área de superficie de soja en el departamento disminuirá en esta campaña.

 

San Pedro viene sufriendo varias complicaciones, específicamente en la zona norte del departamento, debido a la escasez de lluvia en las últimas campañas agrícolas. La siembra 2024/25 ya se inició y hay productores que comenzaron a partir del 5 de setiembre, acotó Penayo.

 

El productor recordó que en la zona de General Resquín la soja es el gran jugador, la zafra principal pudo salvar la situación en la campaña anterior, mientras que la zafriña de maíz solo sirvió de rastrojo, como cobertura para esta nueva campaña.

 

En esta nueva campaña hay mucho optimismo, el productor necesita un buen año para seguir trabajando en el campo, aunque adelantó que las pérdidas se recuperarán a largo plazo, porque fueron varios años complicados.

 

El objetivo era sembrar durante los últimos días de setiembre y los primeros días de octubre, pero no hubo humedad suficiente, teniendo en cuenta el costo de las semillas, más el tratamiento de estas, por lo que decidieron asegurar y esperar estas lluvias para comenzar a sembrar, afirmó el productor.

 

Señaló, además, que todo va a depender de cómo se vaya a comportar el clima, ya que la producción de soja tiene un alto costo, que en su caso hoy en día se encuentra entre USD 80 a 100 solamente en insumos para desecación, fuera de maquinarias, precisó. “Esto va a depender mucho cómo marcha la campaña; si llueve bien, va a faltar maquinaria y si no llueve, va a sobrar”, remarcó.

 

La unidad productiva Agro Urunde´ymi, donde trabaja el productor, en la anterior campaña la soja pudo salvar la situación de alguna manera con un rinde promedio de 3000 kg por hectárea, mientras que la zafriña se tuvo que plantar dos veces; primero se probó con el cultivo de soja, golpeado por el calor y la sequía, y luego se terminó optando por el maíz ya un poco tarde, que arrojó un rinde de 2200 kg que sirvió más como cobertura que como cultivo de renta, afirmó.

 

A partir de estas lluvias el movimiento de las sembradoras y las maquinarias va a ser 24/7, incesante, con la lluvia se respira un entusiasmo generalizado y la ciudad se dinamiza de otra manera, por ende, la economía mejora, concluye el productor.

 

[Foto icon-camera : Siembra en la unidad productiva Agro Urunde´ymi, en Gral Resquín, San Pedro/ Gentileza Víctor Penayo]