La automatización en una unidad de confinamiento permite ordenar el stock de alimento, además de controlar con precisión la rotación de las materias primas dentro del establecimiento, la cantidad que ingresa y la que es suministrada. Así también, hace que el planteamiento del nutricionista llegue a la batea sin mayores complicaciones, con lo cual se logra mayor eficiencia y mejores resultados dentro de la planificación de la dieta, afirmó en Nación Productiva el Dr. Gustavo Brum Heyn, gerente de confinamiento de la firma Mawes S.A.

 

En el agroclásico de los domingos el profesional resaltó que gracias a la información que se obtiene por medio de la automatización, es posible encontrar y solucionar los errores dentro del circuito de la alimentación, ya que la inmediatez de la tecnología permite una reacción al instante, a fin de minimizar las pérdidas y corregir las equivocaciones.

 

Resaltó que en la gestión de una unidad de confinamiento son importantes no solamente los tratos o las raciones que se les proporcionan a los animales, sino también el manejo de los insumos y la administración en general del establecimiento.

 

Por ello recalcó que la automatización le brinda una seguridad muy grande al productor, pues le facilita la toma de decisiones con los datos recolectados porque la herramienta acompaña todo el proceso dentro de la unidad productiva, inclusive para tomar posición de compras y ventas dentro del establecimiento.

 

Mawes S.A. es una unidad productiva que se encuentra a unos 60 km de Loma Plata, en la zona de Centinela, departamento de Boquerón, Chaco, que hace ocho años se dedica a la producción ganadera con un proyecto de confinamiento.

 

El feedlot se presenta como un plan estratégico; la pastura es utilizada en la época de buenas precipitaciones, mientras que el encierre se desarrolló mirando la época de escasez de lluvias. Además, el profesional añadió que el establecimiento invierte en la producción agrícola y la terminación en corral le da valor agregado, con lo cual se cierra el ciclo productivo.

 

Añadió que este esquema de trabajo es importante para aliviar la carga de animales en el campo, ya que con una alta rotación en la pasturas aparecen las malezas y eso también tiene un alto costo.

 

Cabe destacar que la unidad productiva como servicio también cuenta con hotelería bovina, además de algunas alianzas por medio de las cuales recibe hacienda de otros productores del lugar.

 

Remarcó que en el Chaco existen todas las materias primas para formular una buena dieta en el confinamiento. No obstante, acotó que la sequía de los últimos años le golpeó a la agricultura en esa región del país, por lo que a veces es necesario salir a comprar insumos.

 

En cuanto a los trabajos que se vienen realizando para una mejor conversión de los animales, el profesional explicó que además de la elaboración de una dieta eficiente con los insumos disponibles, el correcto uso de los datos obtenidos para minimizar los errores y una apuesta importante por la genética son sumamente importantes, teniendo en cuenta de que el establecimiento realiza el ciclo completo, es decir, cría, recría y terminación.

 

En cuanto al mercado, señaló que es un momento atípico, con una sequía persistente, pero con una gran disponibilidad de animales terminados, por lo que esta sobreoferta empuja el precio hacia abajo, en detrimento de los productores, considerando que los insumos están caros, lo que dificulta la gestión en el confinamiento, con muy poco margen de ganancia, concluyó.

 

[Foto icon-camera : Gustavo Brum Heyn / Ganadería Productiva / Archivo]