La agricultura en Agroganadera Don Chiquito tiene dos enfoques. Uno es transformar granos en carne y disminuir el costo de la alimentación del ganado mediante la producción agrícola y el otro, convertir granos en semillas y obtener renta mediante la semillería, que próximamente contará con un laboratorio habilitado, mencionó a Productiva el Ing. Agr. Carlos Javier Mereles, encargado agrícola del establecimiento, quien destacó que el sistema de riego instalado les permite hacer dos zafras y media al año.
La campaña pasada dentro de la zafra principal se pudo producir sorgo para silaje de planta entera y maíz de grano húmedo, que se destinan a la alimentación del confinamiento. En tanto que la soja es, principalmente, para la comercialización.
Mereles explicó que en el invierno, gracias al sistema de riego, se pudo plantar trigo y cultivos de cobertura para estructurar el suelo. En primavera, el poroto mung se presentó como una opción válida, tanto para cultivo de renta como rotación para diversificar las coberturas y las gramíneas, al igual que el sorgo, de modo a que el primer corte se realice en febrero y el rebrote en junio, aproximadamente, precisó.
Agroganadera Don Chiquito, unidad productiva ubicada en Infante Rivarola, Boquerón, actualmente cuenta con 1130 hectáreas de superficie agrícola bajo sistema de riego mediante pivotes, y la agricultura va de la mano con la ganadería. El establecimiento cuenta con una unidad de confinamiento y el esquema de trabajo es convertir una parte de los productos agrícolas en carne.
Pese a contar con la infraestructura para regar, el ingeniero mencionó que la campaña pasada fue bastante dura, principalmente por el estrés térmico. Acotó que el promedio de rinde del sorgo en dos cortes estuvo en torno a 50 toneladas por hectárea, el maíz grano húmedo entre 5000 y 5300 kg por hectárea y en lo que respecta a la soja, entre 2000 a 2500 kg por hectárea.
El profesional comentó que el trigo en esta campaña vino detrás de la soja con un rendimiento bajo de 2000 kg por hectárea, pero con una muy buena calidad, al igual que en parcelas de habilitación nueva, donde primero estuvo el sorgo, después el trigo, para posteriormente realizar la rotación con una leguminosa.
Resaltó, además, que el poroto mung es un cultivo que se presenta como una opción dentro de la unidad productiva, por su ciclo no muy largo, lo que le permite entrar en primavera y salir en enero para darle lugar al maíz, mirando el confinamiento. Agregó que aparte de su buena ventana de siembra cuenta con un mercado seguro.
El profesional remarcó que en todas las parcelas agrícolas disponibles si no va un cultivo de renta, va uno servicio, por lo que resaltó que no quedan parcelas libres en ninguna zafra.
Trabajar bajo un sistema de riego tiene un costo de producción más elevado en comparación con un manejo tradicional o secano, pero en un año bueno los costos se pagan muy bien, y en un año más complicado de igual manera se obtiene renta, salvando el punto de equilibrio, afirmó el profesional.
Por último, enfatizó que la agricultura en el Chaco llegó para potenciar la actividad ganadera y el principal desafío actualmente es reducir los peladares, lograr un mejor manejo dentro del cultivo y alcanzar techos productivos bastante altos para poder obtener mayor rentabilidad.
[Foto : Carlos Mereles, encargado agrícola de Agroganadera Don Chiquito / Productiva C&M]