Dentro del avance productivo del Chaco paraguayo la agricultura viene ganando terreno, a pesar de las condiciones climáticas adversas de los últimos años, y se constituye en un respaldo fundamental para la ganadería. Sin embargo, en la campaña 2025 en Agroganadera Santa Rita, ubicada en La Patria, Boquerón, la idea es trabajar con silaje de gatton panic como fuente de voluminoso y está en duda el desarrollo de la actividad agrícola, por lo menos hasta que mejore el escenario, mencionó a Productiva el Ing. Agr. Eduardo Krüger, encargado del establecimiento.

 

Si bien en estos años de desarrollo agrícola en el establecimiento se pudo satisfacer la demanda del confinamiento, el Chaco viene atravesando cuatro años de sequía, una situación que afectó los rindes productivos y pone en duda la proyección agrícola  de Agroganadera Santa Rita para la campaña 2025.

 

«Nuestro proyecto es reducir el área agrícola, tal vez hasta no hacer en el 2025, vamos a esperar un poco más, esperar un clima un poco mejor, y ahí podemos volver para agricultura», afirmó el ingeniero.

 

El profesional no descarta completamente la posibilidad de hacer agricultura en este 2025, si las lluvias llegan a tiempo, teniendo en cuenta que los campos están habilitados y preparados.

 

La agricultura en Agroganadera Santa Rita comenzó en el año 2019, con el único propósito de producir alimentos para la suplementación animal, con los cultivos de sorgo y maíz. Hasta ese momento el establecimiento realizaba recría y terminación a pasto, pero con la introducción de la agricultura se pudo intensificar la producción pecuaria con la incorporación del confinamiento como herramienta de terminación.

 

La unidad productiva cuenta con 4000 hectáreas de campos agrícolas, de las cuales anualmente se vienen utilizando 1500 hectáreas con cultivos agrícolas en rotación con gramíneas.

 

Añadió que el avance de la agricultura se desarrolló sobre campos ganaderos, en muchos casos sobre pastura degradada, con una inversión que ronda entre USD 300 y USD 500 por hectárea, dependiendo del grado de enmalezamiento del campo.

 

En ese sentido, sostuvo que en la campaña pasada, durante la cual a la falta de lluvia se le sumó la alta temperatura, el sorgo dejó 2000 kg/hectárea de rinde y el silaje de maíz, una productividad promedio de 10 000 kg por hectárea. Mencionó que el costo de producción en el sorgo quedó en USD 300 la tonelada y el silaje de maíz planta entera en USD 70 la tonelada.

 

Pese al alto costo de la producción agrícola, remarcó que la eficiencia en el confinamiento pudo cubrir los costos, inclusive con márgenes positivos.

 

El profesional remarcó que la principal actividad del Chaco es la ganadería y que la agricultura tiene como gran desafío la falta de lluvia y las altas temperaturas. No obstante, enfatizó la importancia de la agricultura para respaldar el negocio pecuario.

 

El proyecto del confinamiento en la unidad productiva continúa pese a los desafíos y el objetivo de la empresa es que si el año próximo no se desarrolla la actividad agrícola, la idea es trabajar con silaje de gatton panic como fuente de voluminoso, mientras que los otros productos, como maíz y otras fuentes de proteína y energía, se tendrán que comprar.

 

[Foto icon-camera : Eduardo Krüger, encargado de Agroganadera Santa Rita / Productiva C&M]