El productor pecuario Silfrido Baumgarten mencionó a Productiva que el costo de producción se va encareciendo, pero el precio que se le paga al ganadero no acompaña o no tiene la misma dinámica. Agregó que hace falta una visión unificada entre los industriales y los ganaderos, es decir, debe “haber una simbiosis” entre ellos porque se necesitan mutuamente. A su criterio, en Paraguay no se cumple la ley de la oferta y la demanda, por lo que esa situación les obliga a muchos productores pecuarios a cambiarse de rubro.
«Los industriales es como que nos están queriendo asfixiar y entonces a mí me parece que esa es una visión errada porque ellos necesitan de nosotros. Tiene que ser una simbiosis, nosotros necesitamos de los frigoríficos y ellos necesitan de nosotros; si nosotros no producimos materia prima, que es primordial, cómo van a trabajar en el día de mañana», señaló el ganadero.
El productor afirmó que los países vecinos tienen precios muy superiores, en comparación con los valores que están pagando los frigoríficos en nuestro país. Añadió que esta situación le desalienta al ganadero y que es imposible realizar proyecciones sin previsibilidad en el rubro.
Remarcó, además, que esta situación les obliga a muchos productores pecuarios a cambiarse de rubro, por lo que se debe buscar una solución, ya que una gran parte de la economía es movida por la actividad ganadera.
Señaló que el punto de equilibrio del ganadero está en USD 2,90 por kilo de carcasa y que solo en machos y vaquillas se estaría salvando ese costo por muy poco.
«Hoy por hoy ese es el precio de la vaca, entonces estamos con el agua hasta la nariz, cómo un ganadero va a seguir invirtiendo, va a seguir manteniendo su estancia», se preguntó.
Aseguró que actualmente hay miles de hectáreas en el Chaco que se están enmalezando porque el costo de la limpieza del campo es bastante alto en la región Occidental. No se está realizando porque la gente no está motivada y es un problema bastante grave, afirmó.
Mencionó la preocupación por la alta concentración de la industria, que termina fijando los precios en detrimento de los productores.
“Esta situación se llama oligopsonio, unos pocos marcan la pauta en el mercado, y sobre todo una o dos empresas que tienen la mayoría en esta industria, y son las que rigen el precio”, precisó.
Lamentó que la Cámara Paraguaya de Carnes (CPC) casi siempre es presidida por representantes de frigoríficos de capital paraguayo, pero las otras firmas internacionales son las que marcan la pauta.
«Las tres grandes colonias menonitas son parte de la Cámara, siempre es una de ellas presidiendo este gremio; sin embargo, ellas en vez de ponerse del lado de los productores nacionales, que son 140 000 productores pecuarios, se ponen en la posición de empresas multinacionales. Cuando uno les reclama a las cooperativas, dicen ‘nosotros les redistribuimos a nuestros socios’, pero cuántos son los socios de las cooperativas (que reciben la redistribución de los frigoríficos menonitas y son ganaderos a la vez), 1 % o 2 % de los 140 000 productores pecuarios, y el resto», cuestionó Baumgarten.
En cuanto a la proyección para el sector, en medio de esta coyuntura, remarcó que en el mundo habrá una demanda importante de la proteína roja, pero Paraguay difícilmente pueda acompañar esa dinámica, teniendo en cuenta el impacto de la sequía y que un alto porcentaje del ganado es engordado a pasto. Entonces, habrá menos oferta. “Si no hay pasto, no hay ganado gordo”, acotó.
En ese contexto, mencionó también que debería subir el precio del ganado y la poca suba que se está registrando se debe solamente al incremento del dólar, porque la ley de la oferta y la demanda no se está dando en Paraguay. “En Brasil se está llegando a un precio récord, en Uruguay también hay muy buenos precios; sin embargo, nosotros estamos ahí abajo”, mencionó.
Con la situación climática, más el precio bajo del ganado, la tendencia es que el hato ganadero va a seguir cayendo, porque la gente va a dejar de invertir en ganadería, finalizó.
[Foto : Silfrido Baumgarten/ Gentileza]