El Dr. Guillermo Mattioli, profesor de Fisiología y Nutrición Animal en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, y uno de los disertantes del Congreso CEA 2024, aseguró que el estrés es un factor de pérdida de potencial genético en los bovinos. En conversación con Productiva, afirmó que el manejo tradicional empieza a ser inaceptable para un sistema productivo moderno que apunta a una mayor productividad.
El experto, que expuso sobre “Estrés en bovinos: impacto en la invernada y estrategias de manejo”, explicó que el estrés es una respuesta natural a una situación desafiante; sin embargo, acotó que el manejo tradicional del hombre provoca mucho miedo en los bovinos, y como son animales muy sensibles, esas sensaciones o situaciones angustiantes tienen consecuencias negativas en cualquier sistema productivo.
Mattioli indicó que a medida que se bajen los niveles de temor, el animal va a expresar el potencial genético en los diferentes sistemas productivos. Enfatizó que hay riesgo momentáneo en cualquier etapa o ciclo de vida del animal, pero la consecuencia es peor cuando es más joven, incluso en el vientre de la madre esa situación estresante puede condicionar toda la vida del bovino.
“Un factor estresante es determinante para la pérdida de potencial genético o sea es muy fácil de entender, la genética dice lo que comprás como genética, lo que potencialmente podría producir, pero todas las condiciones ambientales limitan a esa genética, lo que se llama epigenética”, puntualizó.
El profesional comentó que el estrés puede arrancar con la vaca madre, lo que se conoce como programación fetal, que es muy grave en la cría y en la recría, aunque en la terminación ya es menos porque es la última etapa, precisó.
Aseguró que el principal factor que genera el estrés en los bovinos es el manejo. “Nosotros creemos que el bovino no siente dolor, no se asusta y que vive de manera solitaria, pero es totalmente falso, porque tiene un umbral de dolor, por lo que un golpe o una descarga eléctrica siente mucho, tanto los factores ambientales como cualquier manejo estresante; para el bovino es muy importante conservar el orden social”, aclaró.
Indicó que un entorno ideal para el bovino es aquel que no cambia y si hay que realizar un ajuste, se lo debe hacer de la forma más moderada posible y nunca sumar factores de estrés.
“No haga la castración junto al destete, no haga el destete si vas a mover los animales, tratar de respetarle la dieta. Si vas a cambiar la dieta, buscá un modo de acompañarle para que no se sumen más factores de estrés”, explicó.
Aclaró que no se trata solamente de una sensibilidad hacia el animal, sino que también es una cuestión de mayor productividad y rentabilidad. “Cada vez que alterás el bienestar animal, por supuesto que es malo para ese individuo, pero es un desastre para el sistema productivo”, aseguró.
Recordó que el sistema productivo está cambiando y hoy se apunta a una mayor productividad y eficiencia, por lo cual las unidades se deben adaptar a los nuevos tiempos.
“Todos amamos a nuestros mayores, a la tradición, pero ahora tenemos un bovino que no es el de los abuelos. Es un bovino mucho más productivo y mucho más sensible. El sistema de manejo tradicional ya empieza a ser inaceptable para un sistema productivo moderno. Nos vamos a tener que aggiornar y entender que estamos hablando de dinero», concluyó.
[Foto : Dr. Guillermo Mattioli, docente de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. / Productiva C&M]