Respecto a la aparición de picudos en parcelas con rebrotes de algodón en el Chaco y a las puertas de una nueva campaña agrícola, el Ing. Agr. Leandro Thompson, director de Agroconsultora Boreal, en conversación con Productiva señaló que el mejor manejo de este insecto es la prevención, por lo que aseguró que esta es una etapa en la que los productores deben tomar conciencia, hacer el monitoreo con trampas desde el inicio, informar si hay capturas y actuar en consecuencia. Recordó que en los años 90 Paraguay ya vivió la experiencia de perder el cultivo del oro blanco debido a la presión de esta plaga, que puede provocar daños irreparables en la producción.
El profesional explicó que es fundamental estar preparados para enfrentar la plaga del picudo del algodón y controlarla, ya que la preparación es clave para evitar daños significativos.
Recalcó que la conciencia es fundamental, ya que si un productor toma medidas, pero su vecino no lo hace, no sirve de nada. Enfatizó que la lucha contra la plaga debe ser colectiva.
Señaló que si se le deja instalarse a la plaga, se pagará caro, ya que el picudo puede provocar daños irreparables en la producción.
«Hemos sabido de capturas no informadas en el pasado, lo cual, por ejemplo, es un delito en Argentina. Hoy, estar sin la plaga en el cultivo es un tema de conciencia», remarcó.
Mencionó que todos los productores de algodón deben tomar precauciones para detectar, informar y actuar en consecuencia, por lo que enfatizó que es importante estar preparados para evitar que la plaga pueda tener su incidencia en el cultivo.
«Algunos dicen que no hay picudos, pero yo digo que en el Chaco no había algodón. A medida que el cultivo se instale, el insecto entrará, y tenemos que estar preparados», acotó.
El ingeniero afirmó que el picudo se radicará en Paraguay por dos razones: una, por el simple hecho de que hay cultivo de algodón, y dos, por la entrada de semillas ilegales. Además, advirtió que «los camiones que vienen de zonas infectadas pueden traer el insecto».
La recomendación para los productores del Chaco es realizar el monitoreo con trampas desde la siembra, colocadas en cabeceras de parcelas y con distanciamiento adecuado. En las cabeceras donde hay monte, recomendó ubicarlas cada 100 metros. Precisó que si se detecta el picudo a tiempo, se pueden hacer aplicaciones de borduras o en la parcela completa y evitar daños significativos.
El técnico remarcó que la prevención y el monitoreo con trampas son claves para un buen manejo del algodón y poder controlar la plaga. Así también, comentó que en Argentina, donde el picudo se encuentra presente, se utiliza el método 4×4, es decir, hacer aplicaciones cada cuatro días durante cuatro semanas.
Thompson sostuvo que el productor paraguayo no dimensiona el problema, y según la experiencia argentina, pueden ser necesarias 25 aplicaciones o inclusive más. El momento y los productos utilizados también son cruciales para controlar la plaga, acotó.
El picudo del algodón es un coleóptero que se alimenta exclusivamente de polen y pasa su vida entre el algodón y el monte. El momento del ataque es cuando el algodón florece, explicó el ingeniero.
Por último, recordó que en la primera jornada del Cotton Day de este año, organizado en conjunto por Productiva C&M y Agroconsultora Boreal, se mencionó la necesidad de estar preparados para la aparición de los picudos en los cultivos de algodón en el Chaco paraguayo.
El Ing. Agr. Jenny Dueck, gerente del Departamento de Producción Vegetal del Servicio Agropecuario de la Cooperativa Chortitzer, confirmó la semana pasada a Productiva la aparición de picudos en parcelas cosechadas ubicadas en diferentes puntos del Chaco central, pero en las que no se realizó la desecación correspondiente, por lo que hubo rebrotes. Por este motivo recomendó realizar el monitoreo de los campos y eliminar posibles hospederos, considerando la nueva campaña de algodón que se viene.
[Foto : Ing. Agr. Leandro Thompson, director de Agroconsultora Boreal / Archivo / Nación Productiva]
