El Ing. Agr. Hernán Fernández Martínez, asesor comercial y financiero de empresas agrícolas en Argentina y Uruguay, en conversación con Productiva enfatizó que ante la incertidumbre del mercado, generada por una nueva disputa comercial entre China y Estados Unidos, habrá oportunidades de negocios que el productor puede aprovechar para cubrir los gastos, principalmente, y aguardar para negociar la mercadería restante.

 

Señaló que en este escenario se esperaba que el precio de la soja bajara, pero está ocurriendo lo contrario. Recordó que durante el primer round de la guerra comercial entre China y Estados Unidos (2017-2018) los precios en Chicago se desplomaron, y el gigante asiático salió a comprar directamente con muy buen precio de Brasil y Uruguay, que son exportadores de soja en grano, pero sin mucho impacto en Argentina y Paraguay, que venden al mundo productos procesados, harina y aceite; en el caso de Paraguay, mediante la industria argentina, ya que no posee relación comercial ni diplomática con el país de Asia.

 

El profesional señaló que cuando hay una profunda incertidumbre, la gente suele esperar y mirar lo que sucede. “En la práctica veo parálisis en ese sentido”, acotó y señaló que su mensaje de fondo es exactamente al revés, ya que al tener claros los números y ver los resultados con los precios presentes se puede empezar a tomar posiciones de ventas para ir cubriendo el flujo de fondos.

 

“Mi mensaje de fondo a los productores en general, con esta suba que tenemos con Trump presente, con USD 14 en los últimos días, un maíz que vale en Chicago arriba de USD 190, si tengo que cubrir flujo de fondos, vendamos, ya no quiero esperar nada, pero vendo lo mínimo indispensable para tapar esos agujeros, no me molesta quedarme en la mano en este contexto en Sudamérica”, expresó.

 

Recordó que Donald Trump durante su primer mandato como presidente, del 2017 al 2021, tuvo el primer round de su guerra comercial con China y también con otros países del mundo, específicamente del 2017 al 2018, y en aquel momento puso aranceles a muchas importaciones provenientes del gigante asiático, por lo que este dejó de comprarle soja y otros productos. “Pero soja en particular fue lo que más afectó al mundo, en definitiva, los precios en Chicago se desplomaron, pero en Sudamérica, sobre todo en los países proveedores de granos de soja a China: Brasil y Uruguay, la soja volaba por el aire, porque China vino a Sudamérica, a esos países principalmente a buscar la soja que no le compraba a Estados Unidos”, explicó.

 

Fernández explicó que tanto Argentina como Paraguay envían productos procesados al mundo, por lo que los aranceles de China a los granos estadounidenses no impactarían directamente en la región.

 

“Exportamos harina y aceite, porque el 80 % o 90 % de la soja que exporta Paraguay va a parar a la industria argentina y la industria argentina muele esa soja y al final del día exporta harina y aceite, con lo cual lo que haga China con la soja americana, no nos impacta tan directamente como sí impacta a Uruguay o a Brasil, que son netos exportadores de soja en grano”, señaló.

 

Enfatizó diciendo que las variaciones de los precios de los granos dependen mucho más de lo que sucede en un entorno geopolítico financiero global, de que si llueve o no en EE.UU., en Brasil o en Paraguay, o si China compra o deja de comprar.

 

Remarcó que esta nueva disputa comercial “no todo es tan blanco ni tan negro”, porque hay una mezcla en este juego entre el mundo financiero y los que compran mercadería física.

 

“Una explicación explícita de esto fue lo que sucedió con el precio del maíz, aunque en Paraguay no es tan relevante en términos de exportación, pero de julio de 2024 a diciembre de 2024 el maíz subió USD 55 en Chicago, mientras transcurría una campaña productiva excelente en EE.UU.; qué es lo que sucedió, entró dinero especulativo a comprar maíz y en definitiva, el precio subió sin importar de que sobraba mercadería por todos lados”, añadió.

 

Recordó que en este nuevo periodo del presidente Trump apenas él ganó las elecciones dijo que iba a poner aranceles de 25 % a México y a Canadá, y de 10 % a todas las importaciones provenientes de China, y que iba a esperar 30 días para aplicar la medida, aunque tampoco lo hizo en el tiempo anunciado, y, además, luego de entrar en vigencia las tasas volvió a poner en duda los tributos contra México y Canadá.

 

“Si hay algo que tenemos arriba de la mesa con el presidente Donald Trump es la incertidumbre profunda, puede salir en cualquier lado y para cualquier momento, con lo cual pretender hacer futurología con este señor es mucho más difícil aún”, indicó.

 

Explicó que a partir de estos aranceles que van y vienen, EE.UU. podría entrar en recesión en corto plazo, lo que generó que parte del capital especulativo saliera del dólar y los Estados Unidos, y en consecuencia se debilitó frente a las monedas fuertes del mundo, y cuando el dólar se debilita todos los activos financieros suben. «En los últimos dos días todos los activos, incluyendo los activos financieros, la soja, el maíz, harina de soja, aceite de soja, todos subiendo porque el dólar se desploma y aquellos que manejan activos financieros quieren salir de ese activo llamado dólar que pierde valor, salen a comprar activos financieros en general, adentro de los cuales están nuestros granos”, explicó.

 

Recalcó que hacer predicciones en este contexto no tiene mucho sentido. “Si uno miraba dos meses antes, si se hubieran incluido los aranceles, la soja y el maíz se tenían que haber desplomado en Estados Unidos, pero está sucediendo lo contrario”, concluyó.

 

[Foto icon-camera : El Ing. Agr. Hernán Fernández Martínez, asesor comercial y financiero de empresas agrícolas en Argentina y Uruguay / Gentileza]