El Ing. Agr. Hernán Fernández Martínez, directivo de la firma Kurepa Kue S.A, en conversación con Productiva enfatizó que la agricultura en el Chaco depende por varias razones del uso de la cobertura del suelo y que la diversificación es fundamental tanto en fechas de siembra como de cultivos para mitigar los riesgos que implica trabajar en esta región. Agregó que en la unidad productiva La Patricia, en la zona de La Patria, departamento de Boquerón, incluyeron el poroto mung, un rubro de ciclo corto, alta rusticidad y bajo costo para estabilizar el sistema.

 

El profesional enfatizó que la vida de la agricultura en el Chaco paraguayo tiene que ver con la cobertura del suelo. “Cobertura que se puede sembrar con trigo en el invierno, con milleto en primavera u otoño, o pasturas perennes. Es central mantener el suelo cubierto por múltiples motivos”, afirmó.

 

Señaló que es importante defender el agua almacenada en el suelo y reducir la evaporación. “Favorece la infiltración de la lluvia que cae, si yo no tengo cobertura la gota de agua no infiltra, no queda para la planta, y esa cobertura ayuda a contener la temperatura del suelo, con suelo desnudo y con 50 ºC, puedo tener temperaturas de suelo de 65 a 70 ºC, no hay cultivos que aguante eso”, acotó y resaltó que la siembra de cobertura debe formar parte del costo del sistema agrícola.

 

Fernández mencionó que la diversificación es una palabra clave, ya que se debe distribuir los riesgos diversificando los cultivos y las fechas de siembra. “Desde principio de enero a principio de febrero, si hablamos de soja, diversificación de cultivos soja, maíz, algodón y también meter en ese juego las especialidades”, destacó.

 

La inclusión de poroto mung, al ser un cultivo rústico y de un ciclo corto, busca brindarle estabilidad al sistema productivo. “Por ese motivo nosotros incluimos definitivamente en la rotación junto con maíces de bajo valor de semilla, con soja donde efectivamente está la renta y el poroto para estabilizar el sistema, tiene 85 a 87 días de ciclo, es un cultivo enormemente rústico, de corto ciclo, alta rusticidad y bajo costo”, resaltó.

 

Explicó que el poroto mung permite entrar cuando la ventana se va acortando para los otros cultivos. “Entro tranquilamente y en perfecta fecha el 15 de febrero, el año pasado tuvimos buenos rendimientos con poroto sembrado el 6 de marzo”, indicó.

 

Comentó que este año dentro de la unidad productiva y en varias otras zonas del Chaco se registraron más lluvias que el año anterior.

 

“En nuestro campo desde septiembre cuando arranca la lluvia tenemos 200 mm por encima del año anterior, si tengo que tomar desde el primero de noviembre tengo 106 mm arriba. Tenemos una mejor lluvia en cantidad y en distribución. Esos son 645 mm en el primer caso y 510 mm en el segundo caso”, acotó.

 

Enfatizó que la agricultura en el Chaco paraguayo tiene que ver con dos factores: la temperatura y la amplitud térmica.

 

Cuando hay una caída interesante de temperaturas se les permite fisiológicamente a las plantas tomar un cierto descanso en su actividad metabólica, explicó el profesional.

 

Señaló que el Chaco paraguayo tiene mucho potencial productivo, pero que se debe trabajar concienzuda. “Tenemos esquema de arrendamientos a largos plazos que permite hacer agricultura en complemento con la ganadería, creo que son complementos ideales de reducción de riesgos, el potencial está en hacerlo profesional y pensadamente”, concluyó.

 

[Foto icon-camera : Cultivo de poroto mung / Ilustrativa]