El Ing. Agr. Pascual Rodríguez, director comercial de Campofé, mencionó en Nación Productiva que el trabajo de manejo de pastura que se realiza al salir del periodo estival en el Chaco es el control de malezas leñosas de forma manual o toconeo y en este aspecto enfatizó la importancia de realizar la intervención en el momento correcto y con los productos adecuados. Agregó que desde la firma están trabajando con la modalidad de “toconeo llave en mano”, una herramienta muy efectiva para el control de estas, que son el principal desafío dentro de los sistemas pastoriles del Chaco.
Durante el agroclásico de los domingos, ocasión en la que hablamos del «Gerenciamiento y reforma de campos ganaderos», Rodríguez resaltó que después de un año de una reforma de pasturas ya se puede observar una infestación baja de malezas, casi imperceptible, pero si se toma la decisión correcta en el momento adecuado, se impacta de forma positiva en la productividad, lo que da una mayor amplitud ante una siguiente intervención, que sería en el periodo de infestación media, entre 400 a 500 plantas leñosas por hectárea. Explicó que números superiores a estos, que van de 700 a 1500 plantas por hectárea, ya se consideran infestaciones altas, momento en el cual se determina si la parcela cuenta con tapiz productivo para recuperarse, o, de lo contrario, se interviene con otro tipo de implementos, como las máquinas.
El profesional explicó que en el Chaco existen tres ambientes y cada uno con sus desafíos en cuanto a malezas. En el bajo Chaco se encuentran el labón, el crotón (lorito rembi´u) y el typycha liberal, cuyo control requiere de una mayor dosificación; desde el Chaco central hasta el departamento de Alto Paraguay existen las capparis, rositas, labón y algarrobillo, las que a su vez se discriminan entre las que se pueden controlar vía foliar y las que se controlan con corte manual, mientras que en las zonas más secas del Chaco, desde Boquerón hacia Bolivia, están las capparis y calotropis.
Señaló que para el manejo de malezas en pasturas lo principal es que sean productos selectivos a las plantas dañinas de hojas anchas, para lo cual se utilizan, principalmente, el picloram, los 2,4 D, el fluroxipir y las mezclas. “Nosotros trabajamos mucho con la línea UPL que sería Browser, Artys y Triclon. De repente lo que hacemos no es llevar un enlatado, sino se mira la necesidad de acuerdo con la situación, se recomiendan las dosis con mezclas de hormonales y los herbicidas ALS (acetolactato sintetasa)”, añadió.
El profesional enfatizó que el clima es un factor importante para el trabajo de control de malezas y reforma de campo. En este sentido, destacó que el periodo estival comenzó bien, luego fue complicándose a partir de diciembre y enero, hasta inclusive febrero en algunos lugares. “En algunas zonas la situación estuvo mejor, donde fue más fluido el trabajo, y en otras zonas hubo un pequeño periodo de corte, pero luego de las lluvias comenzaron de vuelta los trabajos y vamos a decirles que estamos en 40 000 hectáreas de controles de malezas en esas regiones”, remarcó.
Señaló que cuando se va saliendo del periodo estival y empieza el periodo otoñal y preinvierno, el principal trabajo consiste en el control de leñosas de forma manual. “El famoso control de malezas al toco o toconeo, entonces se hace una evaluación de las áreas de esos proyectos y cuando empieza el periodo seco y se inicia”, acotó.
En ese contexto, dijo que la empresa ofrece una herramienta a los productores de la zona que es el “toconeo llave en mano”, que consiste en solucionar la parte más complicada de este trabajo para el productor, que sería el manejo de mano de obra. “Muchas veces este trabajo por más que parezca simple es bastante complicado porque tiene sus rasgos técnicos, ya que si se hace de forma ineficiente, sale un poco frustrado el productor que invierte”, afirmó.
Destacó que la empresa se encarga de contratar a la gente y realiza el seguimiento minucioso del trabajo, que incluye la preevaluación y el levantamiento técnico de toda el área del proyecto. “Se evalúa el consumo del producto que se va a usar, también el tipo de malezas que hay, porque muchas veces se tienen que hacer mezclas de productos para tener un mejor control”, acotó.
Una vez que culmina el trabajo se hace una evaluación en coordinación con el dueño o encargado del campo y ellos reciben los trabajos. Resaltó que el toconeo es una herramienta muy efectiva para el control de malezas leñosas, principales desafíos dentro de los sistemas pastoriles del Chaco. “La empresa ganadera compra resultados y se olvida de la operativa que implica ese trabajo”, aseguró.
[Foto : Ing. Agr. Pascual Rodríguez, director comercial de Campofé / Nación Productiva]