Los campos bajos tuvieron mucho protagonismo en estas últimas campañas en Paraguay, pero el avance de la agricultura en estos ambientes requiere un manejo especial, sobre todo en lo que concierne al suelo. Es así que la estructuración de estos terrenos y la incorporación de microorganismos se convierte en un desafío para los productores.

 

En la región de Yegros, departamento de Caazapá, Productiva acompañó el emprendimiento de Agro 3K, ocasión en la que el Ing. Agr. Carlos Kañuka, director de esta unidad productiva, explicó que anteriormente en el campo solo se desarrollaba la actividad ganadera, por lo que para iniciar los trabajos en la parte agrícola fue necesario la recolección de datos, análisis del suelo, muestreo, estudio de altimetría y la licencia de impacto ambiental.

 

Aquí lo primero que se hizo fue una desecación de la parcela y una labranza con rastra pesada para preparar el suelo. Luego de eso, seguimos con la fertilización y la corrección de suelos con calcáreo, potasio, todo lo que requería el suelo y lo que mostraba el análisis de suelo anteriormente”, refirió.

 

Destacó que el cultivo de renta elegido fue la soja y que se optó por la inoculación en surcos debido a la necesidad fisiológica y nutricional que presenta este suelo.

 

Indicó que la asistencia, seguimiento y acompañamiento de los trabajos en esta unidad de producción fueron realizados por la empresa ProSoil S.A.

 

Habló también de las deficiencias nutricionales que se observaron luego de los primeros análisis de suelo. “Nos arrojaron un suelo bastante ácido, con bastante volumen de aluminio y deficiencia de calcio y todo correlacionado al aluminio, nos conlleva a la limitación de la liberación de otros nutrientes como el potasio, fósforo y nitrógeno”, añadió.

 

Con base en estos resultados se determinó aplicar cal agrícola con una tasa fija de 2500 kg, mientras que en una segunda temporada se volvió a aplicar 1000 kg por hectárea. “Luego de que termine esta zafra vamos a hacer un muestreo más centralizado y mapeado, enfocando ya lo que sería una agricultura de precisión”, comentó el profesional.

 

A su vez, resaltó que el primer año de agricultura en suelos bajos fue complicado debido a la inexperiencia. Precisó que con el estudio de altimetría se consiguió conocer dónde empezar a trabajar, buscar desembocaduras de agua y tratar de dirigir este líquido hacia los lugares necesarios, expresó.

 

Luego de la excesiva cantidad de lluvia recibida el año pasado, la empresa decidió realizar trabajos de mejoramiento de canales, colocar balos secundarios y terciarios para tratar de aliviar más rápido el agua de la parcela.

 

Mencionó que la incorporación de microorganismos en el sistema de producción ha sido determinante en este proceso productivo. “Aplicamos directamente en surcos porque era la forma más fácil, rápida y eficiente de inyectar esa tecnología al suelo para que esté lo más rápido disponible para la planta porque este era un campo prácticamente ganadero, como mencioné, y estaba un poco escaso de bacterias”, detalló.

 

Con los productos utilizados (Bacillus subtilis, Azospirillum y Bradyrhizobium) está siendo posible la fijación de nitrógeno, corrección del suelo, mejorar la nodulación y el desarrollo de la planta.

 

Resaltó la información manejada por la empresa ProSoil, así como la capacitación de sus técnicos y la calidad de productos.

 

Acotó que las primeras experiencias con los tanques inoculadores se dieron en el cultivo de sorgo, que fue posicionado para la adición de cobertura en el suelo, donde se observó mayor enraizamiento y captación de clorofila en gramíneas. Luego, se siguió con la soja, donde se pudo notar una mejor nodulación, ramificación, estructura e inclusive hasta una mayor sanidad de la planta.

 

Dijo que la rotación de cultivo es una práctica fundamental en este tipo de suelos. En este caso, se trabajará próximamente con avena, nabo forrajero y milleto.

 

Una parcela que no está inoculada no tiene un buen desarrollo de planta y al no tener un buen desarrollo de planta repercute en la producción. El costo de inversión se paga en la cosecha”, concluyó.

 

Sobre la experiencia, Christian Kañuka, responsable de las aplicaciones en Agro 3K, refirió que la inoculación en surcos es más práctica para incorporar bacterias en el suelo y tener mejores resultados. Sin embargo, subrayó que la falta de información fue un obstáculo, inicialmente.

 

Elegimos a la empresa ProSoil porque siempre escuchamos buenas referencias de ellos y los técnicos están muy capacitados”, destacó.

 

Para conocer el alcance de la inoculación en surcos en los campos bajos explicó también que la empresa montó parcelas demostrativas con y sin inoculantes. “Los resultados fueron muy positivos tanto en nodulación, enraizamiento de la soja, ramificación como en formado y llenado de vainas”, puntualizó.

 

Recomendó, además, la importancia de ampliar los conocimientos para obtener buenos resultados en los suelos bajos.

 

Sobre las tecnologías de inoculación en surcos y biológicos, el Ing. Agr. Marcio Reckziegel, asesor técnico comercial de ProSoil S.A., comentó que el trabajo inició con las máquinas de inoculación de surco Eficaz 350, fabricadas a nivel nacional.

 

En el segundo año de cultivo indicó que se observa un suelo mejor preparado para arrancar nuevamente con los trabajos de inoculación en surco y con la tecnología de biológicos importados de Argentina de la empresa Nitrap.

 

Actualmente, estamos usando coinoculaciones en surcos, que vendría a ser Azospirillum más pseudomonas y Bradyrhizobium japonicum. Le incorporamos junto a la tecnología el Bacillus subtilis como un biofungicida para así tener una buena sanidad en cuanto a las raíces”, puntualizó.

 

Dentro del proceso de ajuste de esta nueva tecnología enfatizó que los microorganismos se mantienen en el suelo y se van poblando. “Cuando tenemos un suelo virgen como con el que trabajamos el primer año, arrancamos con una dosis bastante alta justamente por la deficiencia que tienen estos suelos y después en la segunda zafra ya podemos disminuir las dosis, entonces disminuimos también el costo de producción”, resaltó el ingeniero.

 

El profesional puntualizó que la empresa busca llevar calidad al campo en cuanto a productos y máquinas, así como brindar al cliente una excelente experiencia posventa.

 

[Material publicado en el segmento Agricultura Productiva de la edición Nº 123 de enero de Revista Productiva, páginas 14 y 15]

[Foto  : Revista Productiva]