En esta campaña los socios de la Cooperativa Fernheim registraron la siembra de 60 000 hectáreas de cultivos agrícolas en el Chaco central, lo que representa un salto significativo de 25 %, respecto a la zafra pasada, considerando los cuatro años de estrés hídrico que viene enfrentando la región. Entre los cultivos implantados, el sésamo, que se destaca por su rusticidad, fue el protagonista, ya que 25 000 hectáreas de total fueron destinadas a este rubro, mencionó en Nación Productiva el Ing. Agr. Guillermo Cairet, responsable técnico de la cooperativa, quien destacó también la apuesta por el maní y el algodón como opciones para diversificar cultivos.

 

La superficie sembrada por los socios de la cooperativa en esta campaña fue de 60 000 hectáreas, un aumento de 15 000 hectáreas, respecto a las 45 000 hectáreas de la zafra pasada.

 

Sobre el incremento, Careit indicó que la cooperativa cuenta con nuevas zonas agrícolas en Infante Rivarola, Agua Dulce, La Patria y Mariscal Estigarribia, que se buscan sean integradas con la actividad ganadera.

 

Durante el agroclásico de los domingos, Cairet indicó que de todos los cultivos instalados esta campaña en el Chaco el sésamo resultó ser el más elegido por los productores del área de influencia de la cooperativa, pues valoran la rusticidad que ofrece. Este año se sembraron 25 000 hectáreas, lo que superó la intención de siembra del año pasado, cuando se calculaban 23 000 hectáreas.

 

En segundo grado de participación se encuentra la soja con 13 000 hectáreas, una superficie que disminuyó por la incidencia del pronóstico de altas temperaturas; 4000 hectáreas de maní, que observa un repunte respecto a años anteriores, y 4000 hectáreas de algodón, que se presentó como una opción de diversificación de cultivos para el productor chaqueño, entre los principales rubros, señaló el ingeniero.

 

Recordó, además, que este año se presentaron buenas condiciones en la zafra agrícola chaqueña desde un inicio, cuando el periodo de acumulación de agua del perfil del suelo comenzó con eventos importantes de lluvias de noviembre a diciembre. Esto fue favorable para empezar a sembrar los cultivos en el Chaco como el maní, sésamo, algodón y sorgo.

 

Luego, se presentaron complicaciones con altas temperaturas y alta tasa de evapotranspiración que interrumpieron la siembra, destacó el entrevistado.

 

Por último, instó al uso de cobertura, a apostar por la diversificación de cultivos y acompañar con la sanidad de los lotes para promover el crecimiento de la agricultura chaqueña.

 

[Foto icon-camera : cultivo de sésamo en el Chaco / Archivo]