Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Sudamérica avanza hacia un continente libre de fiebre aftosa sin vacunación, pues el 65% del ganado sudamericano está libre de esta enfermedad sin necesidad de vacunarse. En mayo, Bolivia y Brasil recibirán el reconocimiento oficial de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) de nuevas zonas libres de la enfermedad sin necesidad de inmunización, proceso coordinado por la Comisión Sudamericana para el Control de la Fiebre Aftosa (Cosalfa), órgano técnico regional que lidera las estrategias sanitarias.

 

Durante la 51ª Reunión Ordinaria de la Cosalfa, realizada los días 3 y 4 de abril en Santacruz-Bolivia, se comunicó que Bolivia y Brasil recibirán en mayo el reconocimiento de países libres de fiebre aftosa sin vacunación por parte de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). Tras esta inclusión, la OPS revela que Sudamérica ha duplicado su avance en la lucha contra la aftosa, pasando del 35 % al 65 % del rodeo bovino en zonas libres sin vacunación.

 

La OPS también menciona que dos de cada tres bovinos en Sudamérica se encuentran actualmente en zonas libres de fiebre aftosa sin necesidad de vacunación. En total, más del 80 % del ganado bovino del continente americano está en esta condición, acercándose cada vez más a la erradicación la enfermedad.

 

Ser libre de fiebre aftosa sin vacunación implica que los países han logrado controlar la enfermedad sin depender de la vacunación sistemática del ganado, lo que reduce los costos asociados y mejora la competitividad en los mercados internacionales”, menciona la organización internacional.

 

Subraya, además, que este avance es el resultado de un esfuerzo conjunto entre los sectores público y privado de los 13 países miembros de la Cosalfa (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, Venezuela y Uruguay), que se reúne anualmente bajo el secretariado del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y Salud Pública Veterinaria (Panaftosa) de la OPS.

 

La fiebre aftosa es considerada una amenaza para la seguridad alimentaria, afecta a los rebaños y a la economía de los países. Se destaca que la vacunación del ganado ha sido la principal estrategia para controlar los focos y prevenir nuevos casos, lo que ha permitido a varios países lograr la erradicación de la enfermedad.

 

Una vez comprobada la ausencia de transmisión del virus y eliminados los riesgos internos en un territorio, los países pueden suspender la vacunación y mantener la erradicación sin necesidad de seguir vacunando.

 

[Fuentes: OPS y ONU]