Preocupados por su situación financiera, productores de distintos departamentos del país analizan reestructurar sus deudas en vez de refinanciarlas, pues temen perder su categoría en los bancos, ya que desean acceder a nuevos créditos que les permitan seguir produciendo.

 

Por ello, los productores pretenden realizar una reunión con representantes de gremios y economistas para tener asesoramiento.

 

“Cuando se hace una refinanciación de deuda (se pasa la cuenta de un año a otro), el deudor pierde categoría y resulta complicado conseguir más créditos para seguir trabajando, ya que te encontrás en la franja roja”, explicó Cristi Zorrilla, presidente de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP) filial Caaguazú.

 

Acotó que la situación es diferente cuando se hace una reestructuración, ya que solo se reorganiza la deuda a varios plazos, permitiéndole también al cliente acceder a nuevos préstamos.

 

Por otra parte, el productor y economista Dante Servián, miembro de la CAP, filial Itapúa, mencionó que la reestructuración le brindaría mayores garantías al productor. Sin embargo, aclaró que es un proceso largo y complejo en el que suelen intervenir asesores legales, fiscales y financieros.

 

En términos técnicos, Servián precisó que la refinanciación de deudas es “la gestión de firma de un nuevo contrato de préstamo u otro instrumento de financiación en mejores términos que el anterior contrato, ya sea para pagar un préstamo con mejores condiciones y tipos de interés o consolidar una deuda que combine o cubra los diferentes préstamos del deudor”.

 

En cambio, la reestructuración es la modificación del contrato de préstamo u otro instrumento de financiación, generalmente para alargar la fecha de vencimiento del pago principal o para modificar las frecuencias de los pagos de intereses sin desvalorizar la categoría del cliente.

 

[Fuente: UGP]