El sector ganadero espera que los nuevos pedidos de carne desde China pueden estimular el mercado regional, indicó el Dr. Pedro Galli, miembro de la Asociación Rural del Paraguay (ARP).

 

Expresó que luego de superarse la situación sanitaria crítica en China a causa del coronavirus, se podría tener una mayor demanda de carne bovina. Del Mercosur todos los países exportan el producto a China, excepto Paraguay.

 

Durante el primer trimestre del año los reportes del ámbito cárnico indican que Brasil registró un récord histórico de envíos, tanto en volumen como en precios de carne bovina y porcina, escenario propicio para las exportaciones de nuestro país”, enfatizó.

 

Por otra parte, en el caso de Rusia, uno de los principales mercados de Paraguay, dijo que los problemas de la caída del rublo en un 23 % por causa de la caída del petróleo y, por otra parte, la disminución del consumo debido a la crisis sanitaria, también impactan negativamente sobre los negocios a futuro en este mercado.

 

Expresó que en lo que respecta a Chile, se aguarda la apertura de los nuevos pedidos que también están presionados por la devaluación de su moneda, debido, sobre todo, a la crisis social y a la caída del precio del cobre. Asimismo, es poco probable que se llegue a los precios anteriores, pero tampoco deberían ser muy bajos dado que nuestro producto está muy bien posicionado en ese mercado, resaltó.

 

Otro de los mercados de interés es Israel, donde se espera que puedan regresar las cuadrillas Kosher al inicio de zafra; no obstante, esto dependerá del levantamiento de las restricciones sanitarias en nuestro país.

 

Manifestó que Brasil, uno de los cinco mayores compradores de carne paraguaya, registra una gran devaluación de su moneda, el real, que favorece la competitividad de su producto, pero termina presionando sobre los precios de Paraguay. “En este momento no tenemos aún una posición de la industria local con respecto a los precios para el productor”, puntualizó.

 

Con respecto a los precios bajos que se vienen arrastrando hace meses por parte de los frigoríficos, Galli indicó que es una situación alarmante para los productores locales. Algunas industrias lanzaron valoraciones de USD 2,2 por kilogramo, lo cual genera rechazo y desconfianza por parte de los ganaderos.

 

Desde la ARP señalan que esta queja es de larga data, incluso se presentó ante la Secretaría Nacional de Competencia una denuncia sobre fijación de precios por parte de las industrias.

 

Ante esta circunstancia, los productores analizan como alternativa asociarse en una especie de cooperativa, de modo a cortar la dependencia de las industrias frigoríficas. Hasta ahora el Gobierno no se pronunció respecto al impase entre ambos gremios.