En Estados Unidos preocupa la debilidad de las exportaciones de soja, cuyo ritmo es el más bajo en 13 años, debido a la caída en la demanda china, que está en la mitad de lo habitual para esta época del año, publica el diario Clarín.

 

El informe de abril del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ha proyectado que los envíos estadounidenses al mundo al final de la campaña 2019/2020 (el año comercial culmina a finales de agosto) serían ligeramente mayores a 48 millones de toneladas, una cifra muy lejana a los 53 millones toneladas estimados en el bimestre mayo-junio del 2019 (cuando se daban a conocer los primeros números para esta campaña).

 

De acuerdo con la publicación de Clarín, más allá de esta corrección, los operadores están mirando con desconfianza la previsión vigente y apuestan a que los ajustes sobre las ventas externas de Estados Unidos se extiendan en el mediano plazo.

 

Lo anterior encuentra su justificación en que los negocios de exportación al 9 de abril (último dato disponible) acumulan solamente 37.6 millones de toneladas, lo que representa el 78 % de la proyección estimada por el USDA. Esta proporción se traduce en la más baja de las últimas 13 temporadas, al tiempo que se ubica 17 puntos por debajo de la media estacional.

 

El motivo de la reducción de las exportaciones de soja norteamericana se debe, principalmente, por las compras chinas, las cuales hasta el momento registran un volumen en torno a 12.5 millones de toneladas, es decir, la mitad del promedio de la última década para comienzos de abril.

 

Para ratificar este debilitamiento en los negocios de EE.UU. con el primer importador mundial, se advierte que la participación es de tan solo el 35 % del total, muy por debajo del 60 % observado en términos estacionales durante la mayoría de las últimas campañas.

 

A partir de lo descripto, todo hace indicar que efectivamente el USDA está sobrestimando esta variable, pero la razón principal por la cual no realiza un ajuste mayor debe buscarse por el lado de que históricamente en abril ha publicado volúmenes de exportación por debajo del número final.

 

En efecto, de los últimos 13 años, en 10 de ellos la previsión para este mes ha sido inferior al dato con que se ha cerrado ese ciclo, lo que genera en promedio una merma de las existencias de casi 1.5 millones de toneladas de la oleaginosa.

 

En este caso, lo más probable es que en los sucesivos reportes oficiales, las exportaciones de soja estadounidense exhibirán recortes, y de esa manera se liberarán inventarios generando un panorama todavía más holgado al actual.

 

Cabe destacar que las existencias actuales se proyectan en aproximadamente 13 millones de toneladas, con un ratio stock/consumo que trepa al 12 %.

 

Clarín, por último, resalta que si bien resulta indudable volver al escenario cuantioso del ciclo anterior (cuando los inventarios fueron de aproximadamente 25 millones de toneladas y la relación se acercó al 23 %, erigiéndose en el período más cómodo en EE.UU. desde la temporada 1985/1986), a esta altura ya se descarta el cierre del año comercial con un ratio menor al 10 % (algo con lo que se especulaba hasta hace unos meses).

 

En consecuencia, esta situación podría alentar las compras masivas de parte de los fondos en Chicago.

 

 

[Fuente: Clarín Rural]