Un estudio publicado por la revista científica PLOS ONE demuestra que los cultivos de maíz modificado genéticamente (GM) no generan efectos adversos en la salud humana ni en el medio ambiente. La investigación se desarrolló en ocho países de Europa durante un periodo de diez años, informa ChileBio.

 

Los resultados obtenidos se dan luego de un exhaustivo monitoreo ambiental del cultivo de maíz Bt, en el marco comunitario posterior a la comercialización; el análisis de datos se realizó por un lapso de 10 años (2006-2015).

 

El informe incluye los resultados de las entrevistas realizadas a agricultores cultivadores de maíz Bt durante el periodo mencionado, así como una exhaustiva búsqueda de literatura sobre la materia.

 

Uno de los objetivos de esta investigación fue estudiar si los supuestos en la evaluación de riesgos ambientales sobre la aparición e impacto de posibles efectos adversos del cultivo de maíz Bt, o su uso, eran correctos.

 

En segundo lugar, identificar cualquier efecto adverso de esta variedad GM o de su uso en la salud humana, animal o del medio ambiente que no hubiera sido previsto con anterioridad.

 

El análisis de los datos reportados por los agricultores en 2627 entrevistas, en ocho países europeos (Alemania, Eslovaquia, España, Francia, Polonia, Portugal, República Checa y Rumanía) en el período 2006–2015 no ha revelado ningún efecto adverso asociado con el cultivo del maíz Bt (variedades comerciales de maíz que incluyen la modificación genética MON 810).

 

Las respuestas de los agricultores confirmaron que el cultivo del maíz Bt ha supuesto una optimización significativa del uso de fitosanitarios, una protección eficiente contra las plagas objetivo y una mayor producción en comparación con el maíz convencional.

 

Con este resultado se ha podido demostrar que el cultivo de este maíz biotecnológico ha reducido la susceptibilidad a enfermedades y plagas en comparación con el maíz convencional. Asimismo, las características de monitoreo relacionadas con el medio ambiente y la vida silvestre no revelaron diferencias significativas entre este maíz y el maíz convencional.

 

Las búsquedas bibliográficas identificaron un conjunto completo de publicaciones que abordan la seguridad ambiental y los aspectos de seguridad de alimentos y piensos del maíz Bt. El estudio de la literatura revisada por pares no ha revelado ningún efecto adverso que cambiara las conclusiones de la evaluación de riesgo inicial que demostraron la seguridad del maíz Bt.

 

Estos resultados están en línea con la evaluación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), respondiendo a la solicitud de renovación de esta modificación genética en 2007.

 

Las conclusiones de la evaluación de seguridad original confirman que “MON 810 es tan seguro como su contraparte convencional con respecto a los posibles efectos sobre la salud humana y animal. El Panel de la EFSA sobre Organismos Modificados Genéticamente también concluye que es improbable que el maíz MON 810 tenga algún efecto adverso sobre el medio ambiente en el contexto de sus usos previstos”.

 

Los resultados de este informe son consistentes también con el historial de uso seguro de la modificación genética MON 810 durante 17 años (2003-2019) en la Unión Europea (UE).

 

[Fuente: ChileBio]