Agricultores de distintas zonas productivas del país registraron pérdidas en los cultivos de trigo, cuya cosecha se encuentra en pleno desarrollo. En Alto Paraná y Caaguazú, por ejemplo, los rindes disminuyeron 25 %, con relación al 2019, mientras que en Itapúa las heladas y la actual sequía ocasionaron daños significativos de incluso 90 %, según el informe de la Unión de Gremios de la Producción (UGP).

 

Sobre los perjuicios registrados en Itapúa, Dante Servián, agricultor de la zona, explicó que “un 90 % de los cultivos de trigo fue afectado por la helada, y lo poco que queda está siendo cosechado, pero muchos no podrán cubrir sus costos de producción”.

 

Por su parte, Lauro Fischer, técnico agrícola de Itapúa, señaló que la actual sequía actual afectó las plantaciones de trigo que sobrevivieron a las heladas. “Los granos golpeados por la sequía no pueden recuperarse sin lluvias, y hasta ahora existe demasiado estrés hídrico”, agregó.

 

Fischer destacó también que el trigo es un rubro muy engañoso, ya que puede mostrar una buena apariencia, pero al momento de cosechar se observa la poca calidad del grano, por lo cual no puede estimarse un rendimiento promedio en este departamento.

 

Si bien la cosecha de trigo se encuentra en pleno desarrollo en las zonas de Caaguazú y Alto Paraná, los agricultores mencionan que la calidad es óptima; sin embargo, se registraron bajas del 25 %, en comparación con el periodo anterior.

 

Sobre el punto, Aurio Frighetto, productor y representante de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP), resaltó: “Los rendimientos se encuentran por los 1000 a 2200 kg por hectárea, la calidad del grano es excelente, pero los rindes son un 25 % inferiores que el año pasado”.

 

Ya se había alertado acerca de las consecuencias que ocasionarían en el trigo las heladas que se registraron recientemente, aunque en su momento no se podían cuantificar los daños, debido a que aún existían parcelas sin cosechar.

 

Desde Santa Rita hasta Carmen del Paraná fueron varios los productores que intentaron recuperarse tras el duro golpe registrado por las bajas temperaturas; no obstante, los rendimientos del cereal se vieron afectados de igual manera.