El uso del arroz modificado genéticamente (GM) con resistencia al tizón bacteriano fue aprobado en Colombia y Estados Unidos. La variedad fue desarrollada mediante la técnica de edición de genes CRISPR/Cas9, destaca Agrobio.
El uso del arroz genéticamente modificado resistente al tizón bacteriano fue aprobado de manera independiente y con solo dos semanas de diferencia por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y la Inspección Sanitaria de Animales y Plantas (APHIS) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). Con la aprobación por parte de las dos entidades regulatorias se abre la puerta para el uso de editados en ambos países.
Las autoridades tuvieron en cuenta para su evaluación el método de mejoramiento usado y concluyeron que no es un transgénico y que puede ser regulado bajo la normatividad de un cultivo obtenido por las técnicas convencionales.
De esta manera, ambos países contemplan el uso agrícola de cultivos editados genéticamente y tal como en este caso, dado que no contienen ADN foráneo, son considerados como productos de mejoramientos convencionales. Esto significa un gran paso para la investigación agrícola a nivel nacional e internacional, que últimamente suma más desarrollos obtenidos a través de CRISPR, una técnica que consiste de un sistema molecular que permite editar los genes de un organismo vivo para conferir nuevas características.
El desarrollo del arroz GM forma parte de un trabajo en conjunto realizado por la Universidad Heinrich Heine de Düsseldorf (Alemania), la Universidad de Misuri y la Universidad de Florida (Estados Unidos), el Instituto de Investigación para el Desarrollo (Francia), el Instituto Internacional de Investigación del Arroz (Filipinas) y la Alianza Bioversity-CIAT (Colombia), con financiación de la Fundación Bill & Melinda Gates.
El objetivo del trabajo fue lograr resistencia al tizón bacteriano, una enfermedad causada por Xanthomonas oryzae pv. oryzae (Xoo), una bacteria que inyecta proteínas a las plantas, lo que posibilita su unión a secuencias promotoras que activan la expresión de genes y promueven la sobreproducción de azúcares.
Entre los daños ocasionados por el tizón bacteriano se destaca el amarillamiento y marchitamiento de las hojas, lo que provoca la muerte de la planta. Es considerado una de las enfermedades bacterianas más serias en el arroz, con el impacto social más alto por pérdidas, ya que si no se detecta a tiempo, puede significar la pérdida de hasta el 75 % de la cosecha.
Para el desarrollo del arroz editado, los científicos interrumpieron la sobreproducción de azúcares, lo que resultó en una planta resistente a la infección. A través del uso de una combinación de análisis sistemáticos de diversas cepas, una comprensión de los genes que permiten ese transporte de azúcares y la edición genética, fue posible diseñar una resistencia de amplio espectro en la variedad Kitaake y en las megavariedades IR64 y Ciherang-Sub1.
El arroz fue desarrollado por el Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI) en Filipinas, donde también se hicieron las pruebas en espacio cerrado. Las pruebas a campo abierto se llevaron a cabo en la sede de la Alianza Bioversity-CIAT en Palmira (Colombia), bajo condiciones controladas para ver su comportamiento, demostrando que la edición de los genes responsables de la sobreproducción de azúcares no afecta el rendimiento del cultivo.
[Fuente: Agrobio]