El uso de abonos verdes aporta muchos beneficios que mejoran las condiciones del suelo, también ayuda a disminuir la presión de malezas y paliar los efectos de la sequía, según el Programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio).

 

El Ing. Agropecuario, Claudio Fleitas Bareiro, coordinador del Programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio), dio a conocer varios beneficios y puntos importantes sobre el uso de abonos verdes.

 

Los abonos verdes son cultivos de rápido crecimiento que dejan una buena masa verde y mediante estos el suelo va reciclando nutrientes para mejorar su condición, a través del sistema de siembra directa.

 

Otras ventajas destacadas son la mitigación de la presión de malezas y también ayudan a contrarrestar los efectos de la sequía, pues mantienen el suelo húmedo hasta por 15 días más que un campo tratado de forma convencional, con remoción del suelo.

 

El especialista resaltó que la función de estos cultivos es mantener siempre la cobertura vegetal o rastrojo encima del suelo y evitar que esté en contacto directo con el sol. “Los rayos ultravioletas son bastante dañinos para el suelo porque evaporan rápido la humedad y tienen efectos negativos para los microorganismos que habían en él”, indicó.

 

Con una buena cobertura de abonos verdes sobre el campo a sembrar se logran mejoras en la retención de agua, se reciclan nutrientes y se evita la fluctuación térmica, que consiste en que la superficie sin cobertura tiene hasta 5°C más y esa diferencia es bastante significativa para algunos microrganismos y para la degradación de los restos de cultivos, explicó el experto.

 

Un suelo que tiene cobertura posee mucha más flexibilidad al momento de la siembra. En ese caso, Bareiro señaló: “Por ejemplo, si llovió 40 mm en un área que tiene buena cobertura, se llega a infiltrar más cantidad de agua, pero no encharca el suelo; es decir, al día siguiente de la lluvia ya se puede entrar a sembrar y se tiene un periodo de 5 a 7 días para realizarlo, mientras que cuando es convencional hay que esperar 2 a 3 días para que drene el agua y finalmente esa agua se evapora más rápido”.

 

Explicó que según el cultivo que se quiera sembrar existen varios tipos de abonos verdes más convenientes como antecesores.

 

“Existen abonos verdes ideales para cada cultivo. Si hablamos del maíz, el abono verde que más beneficio tiene es la mezcla de avena con nabo y el lupino -el lupino deja de 70 a 80 kg de nitrógeno por hectárea, lo que cubre gran parte de la necesidad de este elemento- y para la soja es la avena, según los estudios que se vienen realizando desde la institución”, añadió.

 

Por otra parte, Bareiro explicó que existe la posibilidad de incluir la práctica de siembra de abonos verdes en la agricultura familiar, considerando la asociación con algunos cultivos.

 

Algunos ejemplos de esto son las especies de crotalarias, kumanda yvyra’i, mucuna, cannavalia, brizanta, que se pueden consorciar con el maíz en su momento. Con la mandioca se puede asociar cannavalia y mucuna enana cuando el cultivo está con más de diez hojas.

 

En cuanto a los abonos verdes por estación, se resalta la caracterización para el cultivo, siempre teniendo en cuenta la época para cada especie de estos cultivos.

 

Los abonos verdes de primavera-verano son las crotalarias (juncea, spectabilis, ochroleuca, breviflora, otros), sorgo escobero, mucuna, cannavalia, milleto, el teocinto (originario del maíz), kumanda yvyra’i (tanto arbustivo como el enano), trigo mourisco, entre otros; la mayoría se puede utilizar tanto a escala de pequeños productores como también grandes productores mecanizados.

 

Asimismo, se destacan aquellas especies que se caracterizan por su rápido crecimiento como las crotalarias, milleto y la mucuna, las cuales pueden ser sembradas en otoño. Los abonos verdes de otoño-invierno son la avena negra, avena amarilla, el lupino, la vicia, arveja forrajera, el nabo forrajero, centeno, etc.

 

Por último, el coordinador del Inbio aseguró que cada especie de abonos verdes tiene su aporte para el suelo y los microorganismos, por ello es importante mezclar la mayor cantidad de especies en la siembra, pues traerá mejores beneficios para los siguientes cultivos.

 

En la actualidad, el Inbio realiza trabajos en conjunto con el Centro Tecnológico Agropecuario del Paraguay (Cetapar) sobre un programa de producción de semillas de abonos verdes, que incluye la purificación de los materiales disponibles en el país y la multiplicación de sus semillas.

 

[Fuente: Inbio]