Los productores están adoptando cada vez más las prácticas conservacionistas que estimulan la siembra directa, la rotación de cultivos y el uso de abonos verdes, también conocidos como cultivos de cobertura o de servicio, cuya función es cubrir el suelo y brindarle los nutrientes necesarios por medio de la descomposición del rastrojo, además de preparar la superficie para recibir al cultivo de renta, preferentemente soja, u otro rubro de verano. Con esta acción el agricultor invierte en la salud de su suelo.
De acuerdo con los datos de superficies del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio), el área de siembra de los cultivos de cobertura de invierno (avena blanca, negra y amarilla, y otros abonos verdes) en la actual campaña agrícola mostró una expansión en la región Oriental, con relación a los registros del 2019.
La información con base en la estimación geoespacial de la cobertura de cultivos agrícolas de la institución indica que la superficie de siembra de estos cultivos llegó a 3 406 150 hectáreas, mientras que en la campaña anterior fueron sembradas 3 007 106 hectáreas, lo que representa un aumento de 399 044 hectáreas (13 %) a favor del presente periodo.
La zona productiva del país que logró una mayor implantación de cultivos de cobertura o de servicio fue el departamento de Alto Paraná con 842 890 hectáreas. Si se compara con la época previa, hubo un incremento de 94 822 hectáreas en lo que respecta a la superficie de siembra, ya que en el 2019 se sembraron 748 068 hectáreas.
Dentro de los principales departamentos que registraron un buen nivel de siembra en esta zafra se encuentran Itapúa (665 823 hectáreas), Canindeyú (630 195 hectáreas), Caaguazú (461 640 hectáreas), San Pedro (343 828 hectáreas) y Caazapá (189 992 hectáreas), entre los más destacados.